La historia bajo la piedra

L.M.
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Las obras de reconversión del antiguo colegio Niño Jesús en viviendas han sacado a la luz una placa del Banco de España, oculta desde hace décadas, y que recuerda que este tuvo la sede en el número 15 del Paseo de la Audiencia

La inscripción del Banco de España llevaba oculta desde que el colegio Niño Jesús adquirió el 15 del Paseo de la Audiencia para ampliar sus dependencias. - Foto: Luis López Araico

La transformación del antiguo colegio Niño Jesús en 25 viviendas de lujo en pleno centro de Burgos ha estado cargado de contratiempos... y alguna que otra sorpresa. El pasado viernes, los operarios de Dragados, empresa que está ejecutando la conversión, trabajaban sobre la fachada del número 15 del Paseo de la Audiencia, edificio anexo que pertenecía al centro educativo. Encima de la puerta de entrada al interior del mismo hay un pequeño balcón, con una barandilla de piedra que ocultaba un secreto para la gran mayoría de vecinos, y que llevaba guardado con celo desde hacía muchos años. Al destapar una placa en la parte baja del mirador, tapada con mortero, descubrieron una placa con la inscripción 'Banco de España'. Esta institución tuvo su sede en el inmueble, cuya construcción data del año 1898, y es fruto de una mezcla de estilos; su fachada es de factura neorrenacentista, mientras que el interior se asemeja más al modernismo, con estilizadas columnas y una bella barandilla de hierro.

"No teníamos ni idea que aún continuaba. Informaremos a Patrimonio y al propio Banco de España para ver cómo hay que proceder", admite Alberto Saiz de Aja, arquitecto de BSA, compañía que ha diseñado la promoción de viviendas. De momento, según confirma él mismo a este periódico, la inscripción se quedará en el sitio que ha permanecido, aunque ahora de cara al público, hasta que ambos organismos, o al menos el dependiente de la Junta, se pronuncien sobre cómo actuar.

El edificio que ocupó el Banco de España se destinó, tras su compra por parte de la Congregación de Hermanas del Niño Jesús a finales de la década de los años cincuenta del siglo pasado, como internado para los alumnos. Diseñado por el arquitecto madrileño Eduardo de Adaro, a partir de 1965 el inmueble combinará la guardería de las escolares femeninas más pequeñas con la impartición de clases tanto de Bachillerato como de Secretariado.

El 2014/2015 fue el último curso que se impartió en estos dos edificios, ya que desde ese año la docencia se trasladó a unas nuevas instalaciones situadas en la calle Las Infantas, en la zona de Parralillos. Entró en funcionamiento el 7 de septiembre, dejando atrás una historia centenaria de un colegio por el que pasaron más de 6.000 burgaleses de todos los puntos de la ciudad.