Barbadillo del Mercado contra la 'invasión' del porcino

I.P.
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El municipio aprueba una ordenanza reguladora de los mismos residuos de las granjas para preservar su ecosistema y su riqueza patrimonial. Se contemplan sanciones que pueden llegar hasta los 3.000 euros

En agosto de 2016 los vecinos celebraron la resolución de la Junta contra la instalación de una explotación de 5.000 cerdos. - Foto: DB

A mediados de mayo de 2016, los vecinos de Barbadillo del Mercado se alzaron contra la instalación de una granja de 5.000 cerdos. La consejería de Medio Ambiente echaba atrás unos meses después el proyecto al considerar que la construcción ganadera no era compatible con el ordenamiento urbanístico municipal que no permite ese tipo  de usos en el suelo no urbanizable del pueblo. Barbadillo ganó la partida y desde entonces sigue rechazando cualquier proyecto porcino que se intente instalar en su suelo o ganadería estabulada. De hecho, el Ayuntamiento ha denegado dos licencias para sendas granjas de 1.800 cerdos. José Antonio Sancho, el alcalde, defiende que es la voluntad de sus vecinos y que él no piensa darles la espalda.

Y para ahondar más en ese compromiso con la protección de sus recursos hidrológicos -ríos Pedroso y Arlanza- y sus espacios de valor ecológico, paisajístico, histórico y cultural, el Ayuntamiento ha aprobado una ordenanza reguladora del vertido de estiércoles, purines y otros residuos de origen ganadero, agrícola o industrial, cuyo incumplimiento lleva aparejadas sanciones que van desde los 500 euros, las leves, hasta los 3.000 las muy graves, y 1.200 las graves.

Sancho asegura que para el pueblo es muy importante velar por la protección de su patrimonio y recuerda que el 40% del municipio  de su superficie está afectado por la Red Natura 2000, la Zepa Sabinares del Arlanza, zona LIC, además de una importante porción incluida en el espacio natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, motivos suficientes, añade, para que desde el Consistorio se controlen los vertidos que puedan depositarse en sus terrenos. Así, la ordenanza nace con dos objetivos: establecer medidas necesarias para prevenir y, en último caso, corregir la contaminación  medioambiental y eliminar el impacto negativos en la calidad de vida de sus vecinos.

De la ordenanza se excluyen los estiércoles y purines producidos en explotaciones o corrales domésticos, mientras que el depósito del resto debe ser comunicado al Ayuntamiento con la correspondiente solicitud, con 5 días de antelación, describiendo cantidades   y el sistema a emplear, así como la procedencias de los residuos. El Consistorio autorizará o no los vertidos. Además, la ordenanza prohibe el tránsito y/o estacionamiento  de vehículos de transporte con purines, estiércol y residuos procedentes de ganadería, agricultura o industria por las calles del núcleo urbano y del suelo urbanizable, excepto la travesía, debiendo realizarse el transporte por los caminos.

La ordenanza especifica que el vertido se hará con carácter fertilizante, en todo caso, en fincas agrícolas en terreno no urbanizable exclusivamente, enterrándolo dentro de las 24 horas siguientes a su depósito. 

Los sábados, las vísperas de festivos, festivos, domingo y durante las fiestas patronales y la semana cultural de verano se prohibe echar los vertidos, que tampoco podrán echarse en periodos de abundantes lluvias y correntías.