La plantilla de Agrolab crece un 50% en dos años

L.M.
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Desde que la multinacional alemana escogió Burgos frente a Tarragona para ubicar su sede en España, fruto de los vaivenes del Procés, el laboratorio ha aumentado su facturación a razón de un millón por año

En el departamento de Microbiología de Agrolab se trabaja 24 horas los 365 días del año. - Foto: Valdivielso

El desembarco de Agrolab en Villalonquéjar IV fue de todo menos discreto. Las instalaciones de los antiguos Laboratorios Vidal, al pie de la calle López Bravo, fueron adquiridas por la multinacional alemana en 2008. Esta, en pleno 2018, tuvo que decantarse entre Tarragona y Burgos para ubicar su sede central en España, con la fortuna para los intereses de la provincia del estallido del famoso Procés catalán.

Cuatro años después de la decisión, y más de dos desde que se trasladaron a su moderna nave situada en la última fase de expansión del polígono, la compañía ha logrado pasar de los 34 a los 52 trabajadores. «Tenemos capacidad para 120 personas en el laboratorio actual», explica Jorge Fernández, director general de Agrolab Ibérica (la denominación para toda España). El crecimiento de la plantilla está siendo sostenido durante los últimos meses, aunque siempre supeditado a la captación de clientes o el surgimiento de nuevas necesidades o proyectos.

Entre la puesta en marcha del nuevo emplazamiento y la actualidad han tenido que hacer frente a toda una pandemia que, lejos de significar un parón en su actividad, ha supuesto todo un reto. Pese a los contratiempos, desde enero de 2020 hasta ahora la facturación del centro de trabajo de Burgos ha crecido a razón de un millón por año. Los 3,9 millones anuales son ya 5,6, una cifra que se puede estirar en estas mismas instalaciones hasta los 12. «Tenemos más del doble de capacidad de crecimiento. Estamos ahora mismo en un 40% de uso, nos queda mucho que llenar y mucha gente que contratar», reconoce Fernández, que admite que las expectativas en Villalonquéjar IV son más alentadoras que las de Tarragona, cuyo tope de ingresos se ha fijado en los 5 millones.

La escalada en el polígono dependerá de la mejora de servicios a nivel de producción y de la oferta de un porfolio más amplio de análisis. «Ya antes de este centro servíamos una gran variedad de pruebas pero necesitábamos fijarlas en España y no tener que enviarlas al extranjero», explica la directora de Ventas, Belén Santamaria. Una de las razones que llevó al gigante alemán a escoger Burgos fue la necesidad de las grandes superficies de contar con los resultados de las muestras que les requerían en menos de 24 horas. «El mandarlas a los laboratorios de Alemania, Italia u Holanda nos hacía perder mucho tiempo. Enviábamos cada año más de 2 millones de euros a estos otros centros. Ahora queremos producir más en Burgos de lo que externalizamos dentro de la compañía», apunta.

Sobre la capital, Jorge Fernández confiesa que está«en un sitio privilegiado» en materia logística y espera que en el futuro el desarrollo de los grandes corredores e infraestructuras les beneficien para mejorar su servicios. «Estamos bastante a gusto porque podemos dar mucho servicio a muchos tipos de clientes en toda España», indica.

Gran futuro. El departamento de Agrolab en Burgos está especializado en el análisis del área de elaboración de productos para alimentación humana y animal. «Damos servicio a nuestros clientes para que puedan cumplir las distintas normativas, tanto europeas como es el caso de los contaminantes, como las propias o las de calidad alimentaria», apunta el director general de Agrolab Ibérica. En estos momentos la capacidad del laboratorio burgalés es de unas 450 muestras analizadas cada día, lo que dispara el total anual hasta rozar casi las 90.000.

«Ya somos capaces de dar el 80% de los servicios que el mercado necesita y el 20% restante podemos derivarlo a otros centros del grupo por el mundo», reconoce Fernández. Cuentan con la máxima acreditación posible en campos como la microbiología, la nutrición, los alérgenos, los contaminantes o los transgénicos. Además, invertirán unos 750.00 euros este 2022 en la compra de nuevos equipos de análisis o la instalación de placas fotovoltaicas.