Los constructores arandinos, hartos del retraso con el PGOU

L.N.
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El presidente de Asecon lamenta que están "atados de pies y manos" de cara a nuevas promociones

Los constructores arandinos, hartos del retraso con el PGOU - Foto: Patricia

Cunde el malestar entre los empresarios de la construcción en Aranda de Duero por el retraso en la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Echó a andar en 2011 con la contratación de un equipo redactor, pero prácticamente 11 años después se continúa trabajando en este documento que está llamado a marcar el desarrollo urbanístico de la capital ribereña. 

Esta tardanza desespera a la patronal de la construcción. "Llevamos una década hablando de ello y no tenemos nuevo PGOU. ¿Quién lo entiende?", cuestiona Eduardo López, presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Asecon). Recuerda que desde su aprobación inicial en septiembre de 2020, la tramitación y otorgamiento de nuevas licencias de obra están suspendidos durante un plazo de dos años. Con matices, eso sí. En el caso del suelo urbano consolidado, es decir, cualquier solar del centro de Aranda de Duero, si la normativa del nuevo plan no difiere en nada con el plan existente, no se suspende la licencia. En caso contrario, se ha cumplir con ambos documentos. 

"Estamos a caballo entre los dos planes. No sabes a qué atenerte. Nos están asfixiando", lamenta López, al tiempo que recalca que no alcanza a comprender qué sucede en Aranda para que a estas alturas se continúe sin el nuevo plan general. "Hace diez años, cuando se empezó a redactar, ya estaba desfasado. Y sorprendentemente, así seguimos", agrega. 

Pero no sólo eso. Desde la patronal de la construcción también subrayan que en "muchas ocasiones" resulta "imposible" cumplir a la vez con los dos planes, ya que "hay aspectos que chocan, que son contradictorios, así que o se cumple el uno o el otro, pero no ambos a la vez". 

Hasta ahora, las promociones de viviendas que se han ejecutado o se están construyendo en estos momentos cuentan con los correspondientes proyectos aprobados desde antes de septiembre de 2020 (cuando salió adelante inicialmente el plan con los votos de Vox, Podemos e Izquierda Unida). De ahí que el movimiento en el sector no se haya detenido prácticamente en ningún momento. No obstante, de cara a promociones futuras la cosa cambia. El presidente de Asecon advierte que ahí están "atados de pies y manos". 

"Plazos eternos". A todo esto se suma que los plazos de concesión de licencias "son eternos", como critica López. Asegura que desde que un constructor se plantea hacer una promoción hasta que la construye pueden pasar años y que sólo para obtener el permiso del Ayuntamiento se ven obligados a esperar entre 8 y 10 meses. 

López critica la lentitud que reina en la Concejalía de Obras y defiende que no se han encontrado un panorama así ni con la administración provincial, ni regional, ni estatal. "Es cierto que todas las crisis pasan, pero la local no. Se ha perpetuado. No sé quién tiene la culpa, pero desespera", zanja.

Finales de febrero. El nuevo PGOU de Aranda encara su recta final, pero sin una fecha clara en el horizonte para su aprobación. Así lo admite el concejal de Licencias, Obras y Urbanismo del Ayuntamiento de la capital ribereña, Alfonso Sanz, quien se limita a detallar que se encuentran "a la espera". 

En estos momentos, el equipo redactor está rehaciendo el documento después de que en la comisión de Servicios a la Ciudadanía quedaran dictaminadas en diciembre las alegaciones que presentaron PSOE e Izquierda Unida. Mientras que los socialistas se quedaron solos en su defensa de que Arroyo de la Nava sea urbanizable, la propuesta de IU iba encaminada a buscar una ciudad más habitable, con espacios más amplios. 

Pues bien, los redactores del plan se encuentran en estos momentos, según las explicaciones de Sanz, revisando las alegaciones de los grupos políticos, "comprobando todos los documentos y planos". De acuerdo con las previsiones del edil, este documento no estará listo "hasta finales de febrero o principios del mes de marzo". 

A partir de ahí, los técnicos de la Concejalía de Obras comprobarán que no existe ningún error y será entonces cuando el PGOU se podría llevar a pleno para su aprobación, si bien el visto bueno definitivo lo tendrá que dar la Junta de Castilla y León. 

En una entrevista reciente con este periódico, la alcaldesa de Aranda, Raquel González, indicó que espera que "antes de medio año podamos tenerlo aprobado". De esta forma, añadió, habrá "una mayor agilidad en la gestión de nuestro urbanismo porque tendremos una fórmula más ágil para dar licencias a los ciudadanos". 

La regidora admitió que en la actualidad existe "un importante atasco en la Oficina de Obras, pero estamos avanzando en desatascar el nudo gordiano. No tanto por falta de personal, sino por estar deshaciendo entuertos del pasado". En este sentido, detalló que algunos procedimientos "venían con informes que no se ajustaban a la legalidad o con criterios subjetivos, lo que ha favorecido que se terminaran recurriendo muchos acuerdos municipales". 

Antes de todos estos pasos, se habían resuelto las 120 alegaciones que se presentaron durante el periodo de exposición pública del plan general. Se analizó una a una cada puntualización. Un 85% se refería a posibles modificaciones en Aranda, un 10% en La Aguilera y el otro 5% en Sinovas. 

Tres paquetes. El nuevo PGOU está planteado en base a lo que los constructores denominan "tres paquetes de suelo": el urbano no consolidado, el urbano con planteamiento asumido y el urbanizable. 

El segundo, de cierta forma el más cercano en el tiempo, por haberse pensado en una distribución de las calles, incluye Tapias Blancas, Virgen del Carmen, Bañuelos-Plaza de Toros, Villalar de los Comuneros o Quinta Julia, entre otros.