Las 3 plantas de residuos no llegan ni al 10% de su capacidad

DB
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La Junta de Castilla y León y la Diputación de Burgos reconocen el fracaso estrepitoso de las de Villadiego, Belorado y Villasana de Mena

La planta de Belorado se inauguró en abril de este año y ha recibido 20 toneladas de residuos de construcción. - Foto: Luis López Araico

A la vista de los resultados obtenidos desde que se puso en funcionamiento la primera de las cuatro plantas de Trasferencia y Pretratamiento de Residuos de Construcción y Demolición (RCDs) prevista en la provincia, el plan ha fracasado estrepitosamente, ya que en las tres que están en funcionamiento (Villadiego, Villasana de Mena y Belorado) no ha entrado ni un uno por ciento del la capacidad total que tienen estas infraestructuras.

Según los datos que manejan la Junta y la Diputación, y que dieron a conocer en la comisión de seguimiento del convenio entre ambas administraciones para sellar escombreras en la provincia (188 ya se han restaurado y se está actuando en otras 79), en total han entrado en esta tres plantas cerca de 900 toneladas desde su puesta en funcionamiento cuando tenían que haber recibido 30.000 toneladas.

Llama la atención el caso de la planta de Villadiego que desde su puesta en marcha en 2019 ha recibido un total de 1.719 toneladas de residuos, es decir 573 toneladas anuales cuando su capacidad es de 5.000 al año. En una situación similar o peor está la de Villasana de Mena, que lleva recibidas desde su puesta en funcionamiento hace dos años un total de 228  toneladas, o la de Belorado en la que han depositado desde supuesta en servicio en abril de este año 20  toneladas. En total, a las tres plantas se han llevado casi 2.000 toneladas de residuos cuando si se hubieran cumplido las expectativas la cifra tenía que rondar las 30.000.

Medidas coercitivas. Con este triste balance no es de extrañar que desde la comisión de seguimiento del convenio a dos bandas entre la Junta y la Diputación manifiesten que la entrada de RCDs en las tres plantas «está muy por debajo de lo esperado, por lo que es necesario incidir con pedagogía en la necesidad de gestionar adecuadamente estos residuos, sin descartar medidas de carácter coercitivo».

Una de las razones que esgrimen para 'justificar' la baja utilización de estas tres plantas, para 2024 está previsto que entre en funcionamiento una cuarta en Quintanar de la Sierra, es que en los puntos limpios de la provincia no se cobra por la gestión de estos residuos de construcción y demolición, mientras que en la planta sí de acuerdo a la ordenanza fiscal de Consorcio Provincial de Residuos. Hay puntos limpios en Medina, Villarcayo, Miranda, Aranda, Briviesca, Melgar, Salas, Belorado y Lerma.