La unidad de drones de la Policía Local va adquiriendo cada vez más práctica. Desde su puesta en marcha hace unas semanas ha ido incrementando su ámbito de actuación, desde el control de carreras ilegales de coches a la vigilancia de las masas en partidos de fútbol de alto riesgo o a la reconstrucción de accidentes.

Hace unos días participaron en un simulacro de accidente aéreo en el entorno de Fuente Prior y la próxima semana comenzarán con un nuevo reto: el trabajo en fiestas. Será concretamente el viernes 17, día del Curpillos, cuando se estrenen en las labores de control de las grandes aglomeraciones.

El intendente jefe de la Policía Local, Félix Ángel García, explica que la asistencia masiva esperable en El Parral, que promete ser tan multitudinario como siempre (o más si cabe tras dos años de suspensión por la pandemia) será una oportunidad perfecta «para observar desde el aire el movimiento de los grupos, la localización de personas y cómo evolucionan por el recinto».

Tradicionalmente los agentes de la seguridad capitalina realizaban lo que en términos técnicos describe García como «un patrullaje dinámico». Es decir, se trasladaban a pie tanto por el interior como por el exterior del parque tratando de estar atentos a posibles problemas generados por los asistentes. «Pero se nos escapaban muchas cosas», admite el Intendente Jefe, «y ahora dispondremos de una herramienta muy válida».

El Curpillos, por ser probablemente el día del año en el que más aglomeraciones se producen en Burgos en un momento puntual, será el primer banco de pruebas para este tipo de observación a vista de pájaro. Pero a partir de ese día, y siempre que el test resulte satisfactorio, la aplicación de estas nuevas técnicas policiales su continuidad durante las fiestas de San Pedro y San Pablo.

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