Cuando la carestía de los productos básicos es uno de los factores que ha elevado la inflación a casi el  10%, cada vez más personas se ven obligadas a recurrir a los bancos de alimentos para comer. Este aumento de la demanda de ayuda en los últimos meses está provocando que muchos de estos centros de almacenamiento registren problemas de desabastecimiento de determinados productos. Afortunadamente no es el caso del Banco de Alimentos de Burgos, que aunque está recibiendo menos recursos tiene por ahora suficiente comida para cubrir la demanda de las entidades sociales a las que abastece.

Así lo explica el presidente de la organización, Julián Martínez Pantoja, quien reconoce que han notado «una reducción significativa» en las cifras de aportaciones, si bien al tratarse de un centro con excedentes gracias al peso que tiene en la provincia la industria agroalimentaria no tienen problemas para cubrir las necesidades. De hecho, en este momento los almacenes de la entidad se encuentran a algo más del 80% de su capacidad, con existencias suficientes para atender las necesidades durante al menos seis meses. «No tenemos la misma problemática ni la misma incidencia que registran otros bancos de alimentos en España. Y aunque no manejamos las cifras de almacenamiento a las que estábamos acostumbrados, por ahora la situación no es preocupante», señala el presidente de la organización.

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