En los últimos días se han producido en el Centro de Penitenciario de Burgos dos incautaciones importantes, de sustancias estupefacientes y teléfonos móviles, a dos internos cuando volvían de disfrutar de un permiso.

Ambos fueron detectados por la unidad canina penitenciaria, de reciente creación, cuando intentaban introducir droga en el centro. Tras su examen por personal sanitario, a uno de los internos se le detectó que portaba seis 'bellotas' de hachís en el interior de su cuerpo, con un peso total aproximado de 62 gramos.

El otro llevaba, también en el interior de su cuerpo, cinco 'bellotas' de la misma sustancia, con un peso total aproximado de 55 gramos, y además, tres teléfonos móviles.

Esta es una vía habitual de introducción de sustancias estupefacientes en la prisión, lo que entraña un gran riesgo para el portador de las mismas.