La magia tiene su truco

I.L.H.
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Cambios de máscara instantáneos, manipulación y palomas, ilusionismo poético y cómico... El lunes y el martes hay 3 funciones para alucinar con la Gala Internacional de la Fundación Caja de Burgos

El francés Gerald le Guilloux es conocido por sus números de manipulación y producción de palomas.Compartirá la gala con otros cinco colegas.

Un arte milenario como el cambio de rostro que utilizaban los artistas orientales en el teatro y la ópera es hoy un número de magia que sigue sorprendiendo e intrigando a quienes lo observan, por mucho que sepamos que, como todo ilusionismo, tiene su truco. En ese cambio de máscaras instantáneo al son de una música es experto el coreano Bonjin Koo, que cambia de rostro varias veces en su espectáculo dejando ver máscaras de vivos colores con apenas un ligero movimiento de manos o un giro de cabeza. Desde muy pequeño Bonjin Koo se sintió atraído por esta especialidad y comenzó a ensayarla. A día de hoy es un especialista de este arte de la transformación que él combina con sus propias innovaciones.

El mago coreano es uno de los artífices de que la magia tenga su truco para enganchar a un público de todas las edades.  Lo hará en la Gala Internacional de Magia que la Fundación Caja de Burgos programa en Navidad. Serán tres funciones repartidas entre hoy (a las 18 y las 21 horas) y mañana (a las 18 horas) en el Fórum, con entradas a 18 y 22 euros. 

Aunque el ilusionismo de gran formato permite reunir varios géneros, Bonjin Koo no estará solo en la magia tradicional. El francés Gerald le Guilloux es famoso por sus números de manipulación y producción de palomas, con un «trato exquisito» a los animales como siempre se aseguran de decir al considerar que son los verdaderos protagonistas de la actuación.

De otros estilos son los españoles Diego y Elena, una pareja que combina los números de acrobacia aérea con la magia, otorgando el mismo peso y relevancia al ilusionismo, la estética y la técnica circense. Lo suyo es un número de precisión que plantea lo del «más difícil todavía».

Pero no todo en la vida de un mago está pensado para que el espectador se quede sin el aliento. También te puede dejar con la boca abierta la magia cómica y el humor visual, como el del francés Hugues Protat. Para sus espectáculos él crea todos los efectos mágicos, que acompaña de una técnica actoral aprendida en la escuela de Marcel Marceau. Sin cambiar de máscara, Protat también se transforma a través de sus registros interpretativos.

El más joven de esta gala que presenta el argentino Maximiliano Stia es, sin duda, Dani Polo. En sus Grandes ilusiones hay personas que aparecen y desaparecen, se teletransportan o que levitan, todo ello con un estilo juvenil (tiene 24 años) y desenfadado.

De todas formas el ciclo que la Fundación Caja de Burgos dedica al ilusionismo es más que la gala. Hay magia para bebés (4 pases el jueves en la capital y otros 4 el viernes en Aranda, 8 euros) conEl Mago Kayto que trabaja con sencillez y ternura para niños y niñas de 1 a 4 años. Y la semana que viene (el lunes 2 en Aranda y el martes 3 en Burgos) el ciclo propone una función más que curiosa: en total oscuridad (con los ojos vendados), el público explorará lo que se siente al faltar la luz. El espectáculo se llama Dentro de lo invisible y es una propuesta de Juan Esteban Varela(12 euros).