El gol tiene nombre y apellidos para el Tubos Aranda: Javi Domingo. El lateral cumple su segunda temporada como amarillo en un superlativo momento de forma. Su excelente bagaje ofensivo le ha convertido en una de las grandes referencias de la categoría. Con 31 goles en su haber, es el segundo máximo artillero del grupo. Igualado por Mario Nevado (BM Alcobendas) y superado con un tanto de diferencia por Igor Karlov (UBU San Pablo).
El levantino, uno de los pesos pesados dentro de la pista, reconoce la dificultad para cerrar la herida del derbi. "Siempre empiezas la semana con la moral baja, pero creo que hemos encajado bien la derrota. Sabemos de la importancia del partido de este sábado. Es fundamental ganar en casa para estar arriba y aprender de los errores", afirma. Una recuperación que empieza por batir a Zarautz, rival directo por formar parte del grupo de arriba.
Pese a no estar lejos del cuarto clasificado, el Tubos Aranda necesitará alcanzar su versión para no desengancharse. Los arandinos están a un punto tanto del cuarto clasificado como del antepenúltimo. Una circunstancia que demuestra la igualdad en la categoría. "En esta liga se está demostrando que puede pasar de todo. Es fundamental no dejar escapar puntos en casa. Cualquier equipo puede ganarte fuera".
Respecto a la pelea por la zona alta, el panorama es el mismo. "En la parte de arriba va a estar todo muy apretado. Hay muchos que queremos estar ahí. Cada punto que consigamos va a ser importante".
Como nota positiva, el Tubos Aranda está demostrando una seña de identidad propia de la filosofía del club. La mano de Mariano Ortega ha unido a jugadores y afición para remar en una misma dirección. "La exigencia física y sacrificio es innegociable", comenta. Asimismo, también destaca el carácter autocrítico de la plantilla para rehacerse de un duro inicio.
ILUSIÓN INTACTA. Uno de los elementos inamovibles del club arandino es la afición. El apoyo de la hinchada amarilla permite a los burgaleses jugar con ventaja en cada partido. Prueba vigente de ello quedó en El Plantío el pasado domingo. Un apoyo muy bien recibido por la plantilla. "Pese a que es mi segundo año aquí, no me deja de sorprender la cantidad de apoyo que nos brindan".
A falta de dos partidos para llegar al ecuador de la competición, Domingo valora positivamente la hoja de ruta. "Tenemos que adaptar ciertos automatismos lo más rápido posible, pero se está yendo por buen camino. Todavía queda trabajo, pero podemos conseguir grandes cosas".
Tras caer en Burgos, los de Mariano Ortega buscarán el aliento de los suyos para sanar las heridas. Ante ellos, un rival directo: Zarautz Amenabar. Un partido para dar un golpe sobre la mesa y acercar un poco más el ansiado objetivo de los cuatro primeros.