Briviesca ha conseguido en 15 días pasar de los 2.400 casos de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a los 470, mientras Salas de los Infantes se mantiene por encima de los 2.000 contagios, con otros 24 positivos nuevos detectados en esta última semana y sin que el rastreo sea efectivo, puesto que el porcentaje de trazabilidad de los casos no llega ni al 25%. Mientras, la positividad de las pruebas sigue muy elevada (35%), con un alto número de mayores de 65 años afectados.

La situación del municipio salense se mantiene desde hace varias jornadas como la más preocupante de toda la provincia, muy por encima de Burgos, Aranda yMiranda de Ebro, que han rebajado sensiblemente su incidencia.En general, se aprecia una lenta pero sostenida tendencia a la baja en los municipios más poblados de Burgos, en los que ponen tierra por medio con respecto a la quinta ola, que se manifestó con gran virulencia en julio.  Espinosa, Oña, la Merindad de Río Ubierna y el Condado de Treviño quedan fuera de las zonas de riesgo muy alto, aquellas con incidencias superiores a los 250 casos.

En el extremo contrario se sitúan Quintanar de la Sierra y Melgar de Fernamental, donde repuntan los positivos.Ambos presentan una incidencia acumulada en los últimos 14 días superior a los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, con 13 y 8 contagios esta semana, respectivamente. Pradoluengo yVilladiego también experimentan un aumento de la incidencia, aunque los nuevos infectados han sido 4 y 3, respectivamente.

En Villarcayo se han detectado 23, menos de un 5% de ellos con el origen del contagio identificado, por lo que pica también al alza la tasa de incidencia. Mientras, el Valle de Mena ha logrado reducirla a la mitad, con 8 casos en 7 días.

Belorado se mantiene en casi 900, aunque todo apunta que caerá rápidamente si no se registra ningún brote, porque solo ha habido dos contagios esta semana. Lo mismo debe ocurrir enQuintanadueñas, con 6 personas infectadas en los últimos 7 días, y en Lerma, con una menos.