La primera plantilla del Burgos CF va tomando forma con el paso de las semanas, aunque lo está haciendo muy poco a poco. Los jugadores continúan en ERTE y son dos las incorporaciones que se han realizado, la del guardameta Marcelo Barovero y la del lateral derecho Álvaro Rodríguez. La incertidumbre de no conocer ni el formato de competición ni el inicio de la misma hace que la dirección deportiva se tome el proceso de construcción del equipo con calma, más cuando ni ha concluido la Segunda División ni se han disputado los play off de ascenso.
Sin embargo, el Burgos CF sigue moviéndose en un mercado aún muy parado. Así las cosas, los blanquinegros tienen en su agenda al extremo izquierdo madrileño Álvaro Barbosa. Se trata de un jugador de 27 años que la pasada campaña militó en el UCAM Murcia y que está libre.
Vendría de la mano de Julián Calero, quien le conoce perfectamente, ya que le tuvo a sus órdenes en la temporada 17/18 en el Navalcarnero. La cuenta de Twitter @The1cazurreando ya ha lanzado varias pistas sobre el interés del club de la ribera del Arlanzón por el futbolista madrileño.
Es un extremo de potencia, que mide 1,80 metros y que posee un gran disparo con la pierna zurda. Su posición natural es la banda izquierda y no suele actuar a pierna cambiada, ya que una de sus virtudes es la verticalidad y los envíos al área buscando a un compañero.
Suele hacer goles, aunque en la pasada campaña solo logró uno con la camiseta del UCAM. En la anterior estuvo en el Barakaldo, donde mostró un buen nivel y marcó 7 dianas. También como pupilo de Julián Calero en el Navalcarnero hizo 7 tantos y fue uno de los jugadores más destacados de la escuadra madrileña.
El nuevo entrenador del Burgos CF le conoce a la perfección y podría convertirse en uno de los refuerzos de la plantilla blanquinegra. Tiene una dilatada experiencia en la Segunda División B, categoría en la que acumula 128 partidos y casi 8.000 minutos.
En el UCAM Murcia fue uno de los habituales hasta que llegó el parón de la competición. Participó en 24 encuentros y estuvo casi 1.500 minutos sobre el terreno de juego. En los dos cursos anteriores tanto en el Barakaldo como en el Navalcarnero lo jugó prácticamente todo.