Las derrotas inesperadas

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Cuando el deporte sorprende: nueve de cada diez apuestas previas al Tour coronaban a Pogacar

Pogacar se presentaba a la edición de 2022 de la ronda gala como vigente vencedor. - Foto: GONZALO FUENTES (Reuters)

Lo que la conclusión del Tour nos deja es un duelo espectacular entre Vingegaard (25 años) y Pogacar (23) para un buen puñado de años, pero también una sensación final de sorpresa. Por mucho que cierta crítica se apunte el tanto, nadie contaba con el descomunal músculo exhibido por el Jumbo en esta edición… ni con una derrota del esloveno. Porque Vingegaard fue segundo en 2021, sí, pero concluyó a cinco minutos y 20 segundos de su oponente en 2022, cuyas exhibiciones del pasado curso (y su preparación en el presente) no hacían presagiar otro nombre para llegar de amarillo a París. 

La conclusión es que nadie puede ganar siempre. «Cuando llevas mucho tiempo sin perder, todos van a por ti. Constantemente. Ferozmente. Es un privilegio, pero un reto diario». Son palabras de uno de los grandes 'invictos' en la historia del deporte, Edwin Moses. El estadounidense estuvo prácticamente una década sin perder una sola prueba en los 400 metros vallas (fue bicampeón olímpico, tricampeón mundial, cuatro veces plusmarquista…). Nadie esperaba que aquel 4 de junio de 1987, en Madrid, Danny Harris se llevase el triunfo. 

Las derrotas inesperadas sirven también para poner en valor los logros del pasado. El Tour de Francia de 1996 era un homenaje calculado para Miguel Induráin: incluso la 17ª etapa terminaba en Pamplona y pasaba por delante de su casa natal en Villava. Y, sin embargo, el navarro claudicó después de cinco victorias consecutivas. Bjarne Riis y Jan Ullrich, compañeros del Telekom y hasta arriba de EPO, dominaron aquella edición… pero 'Miguelón' fue 11º, a más de 13 minutos del maillot amarillo. 

Miguel Induráin posa con un aficionado. Miguel Induráin posa con un aficionado. - Foto: Villar López (EFE)Una de las más inesperadas de la historia corresponde al ruso Alexander Karelin, un mito del olimpismo. El siberiano, apodado 'El Experimento' (1,91 metros y 130 kilos), fue el luchador de grecorromana más grande de todos los tiempos; nadie pudo con él durante 13 años (tres oros olímpicos, nueve mundiales y 12 europeos) hasta la final de los JJOO de Sydney. Un sutil, pero grave error (soltar un agarre) ante el estadounidense Rulon Gardner, tumbó la leyenda de Karelin… que se retiró a los 33 años. 

Grandes récords

En ocasiones, la derrota es lo de menos… sencillamente, el final de alguna racha increíble. Tres ejemplos claros, dos de ellos en un deporte pequeño como el squash: en categoría femenina, la australiana Heather KcKay estuvo 19 años sin perder. En toda su carrera solo cayó en dos encuentros (ganó más de 450). No obstante, la cifra récord está en categoría masculina, en posesión del pakistaní Jahangir Khan, que en apenas siete años de carrera logró 555 victorias. 

Otro nombre ineludible en estas rachas es el de Esther Veerger, tenista holandesa en silla de ruedas… que se retiró sin sufrir esa 'derrota inesperada', como los boxeadores Rocky Marciano, Floyd Mayweather o Joe Calzaghe, entre otros. De 2003 a 2013 ganó todos sus partidos: se retiró con todos los títulos posibles, y un acumulado de 695 compromisos ganados y solo 25 perdidos… todos ellos antes de 2003. 

Por equipos

Es más complicado encontrar rachas tan espectaculares en el deporte colectivo, aunque sí muchas derrotas inesperadas. Como la que sufrió en 2013 el equipo español de hockey sobre patines después de ocho años y 53 duelos invicto, o la sufrida por el 'miniequipo' que formaban las estadounidenses Trearon y Walsh en voley playa… que cayeron después de 112 partidos sellados con victoria.  

En fútbol, Italia batió el pasado año (37 encuentros) los 35 sin derrota que habían establecido España (2007-2009) y Brasil (1993-1996). La inesperada caída de la 'Azzurra' llegó precisamente a manos de España, en las semifinales de la última Liga de las Naciones. Aunque eso pertenece al ámbito de las selecciones: en los clubes, la mejor racha continúa en manos del Celtic escocés, que encadenó 62 choques sin caer entre 1915 y 1917. En la Liga española, la plusmarca está en manos del Barça, 43 encuentros sin mácula entre abril de 2017 y mayo de 2018, cuando se produjo aquella inesperada y espectacular derrota (la única de la campaña: el 5-4 en la visita al Levante. 

Cuando empatar no es una opción (baloncesto), las rachas tienen aún más mérito… y las derrotas se convierten en un antídoto para la leyenda. En la NBA todavía no se ha igualado la marca de los Lakers en la temporada 71/72. El equipo que lideraban Wilt Chamberlain, Elgin Baylor y Jerry West alcanzó los 33 triunfos consecutivos. Aunque en el deporte universitario y de instituto hay récords demenciales como las 88 victorias del cuadro de baloncesto de UCLA Bruins entre 1971 y 1974 (Bill Walton, uno de los grandes pívots blancos en la historia de la NBA, jugaba allí). 

Pero quizás la derrota más inesperada (y llorada) fue la de un equipo escolar de fútbol americano, el Concord De la Salle de San Francisco. Un colegio de 1.000 alumnos cuya sección de 'football' (chicos de 14 a 18 años) estuvo 13 años sin conocer la derrota a pesar de que la plantilla se renovaba constantemente. Su leyenda alcanzó la televisión nacional e incluso terminó jugando en un estadio con capacidad para 25.000 espectadores. Finalmente, el 'cuento de hadas' acabó el 6 de septiembre de 2004, cuando Bellevue High School cortaba una racha de película.