La atención médica a personas con intoxicaciones etílicas en Miranda se ha disparado durante el presente ejercicio, 2022. De hecho, según las cifras que manejan en el Servicio de Emergencias de Castilla y León, en la ciudad se han dado más de 90 avisos por incidentes sanitarios con individuos en estado ebrio, mientras que en todo 2021 el dato se quedó en las 42 llamadas. Es decir, más del doble, en menos tiempo. Dicha estadística no puede desglosarse por edades, sin embargo, desde la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados (Aremi) tienen claro que cada curso se da un aumento en el número de jóvenes adictos a este tipo de sustancias.
Desde el 1-1-2 advierten que sus cifras «son relativas», puesto que no todos los avisos han requerido un traslado al hospital, ni en todas las intoxicaciones etílicas se llama a Emergencias. Ahora bien, el presidente de Aremi, Rafael Sánchez, opina que sí «reflejan la actual situación» y que «son datos muy serios». «Los nuevos estudios marcan un descenso en el consumo, lo cual es irreal totalmente», explica.
«La realidad es que hay un repunte muy notable, sobre todo, en los menores de 14 a 18 años», añade. Según dice, en la asociación llegan constantemente personas «con una problemática más constante, no solo con un coma etílico puntual». En este sentido, cree que aunque «es una realidad que nadie quiere oír», en toda la región «uno de cada cuatro jóvenes tiene atracones de alcohol normalmente».
Uno de los motivos para que la ingesta de alcohol entre menores se esté disparando en el país, y también en Miranda, viene dada por la falta de campañas de concienciación, según opinan en Aremi. El presidente del colectivo considera que «desde la última gran crisis, el sistema preventivo está abandonado». «Siguen cuatro programas maquillados, pero no hay nada de verdad», añade Sánchez. Así, comenta que «no nos podemos echar las manos a la cabeza si la sociedad no cambia y las administraciones apenas tienen una labor». Con todo, la consecuencia se resume en que «como no sea una persona que ha pasado por ello, no se tiene consciencia de los problemas que acarrea esta droga», apunta.
Unido a ello, el presidente de Aremi añade otro eje fundamental que provoca el incremento constante de este problema. «No hay una fiesta, celebración o evento en la que no esté el alcohol de por medio», explica. En este sentido, Sánchez cree que los adultos «hacemos un flaco favor a las nuevas generaciones si damos ese ejemplo», puesto que «la forma de consumo por atracón antes era diferente» y ahora «la presión de grupo te empuja a esta cuestión».
La perspectiva del presidente de la asociación mirandesa en este punto también se sostiene con datos, puesto que los avisos al 1-1-2 por la noche, cuando se dan la mayoría de fiestas, ni siquiera suponían el 50% del total en 2021. En cambio, este año han crecido hasta situarse cerca del 70%.