Elaborar y poner en marcha un plan de choque que consiga reducir las listas de espera para operarse en Castilla y León desde los 139 días actuales hasta los 118 durante el próximo semestre. Una rebaja de 21 días que permitiría pasar de los casi cuatro meses y medio de demora actuales a algo menos de cuatro. Este fue el reto que lanzó ayer el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al nuevo equipo de la Consejería de Sanidad, de la que ayer tomaron posesión cinco directores generales, y que tendría que ser una realidad antes de que lleguen las navidades de este año. «Quiero un empujón para reducirlas. Un ambicioso plan de choque, eficaz. Sé que es ambicioso, pero realista», expuso el mandatario autonómico ante todo el equipo del departamento dirigido por Alejandro Vázquez, a los que anunció que el Ejecutivo duplicará los fondos para investigación sanitaria.
Acompañado por los consejeros de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, el propio Alejandro Vázquez, y la delegada territorial de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso, Mañueco dio las gracias al equipo saliente por su labor «nada fácil» en los años de la pandemia, y mencionó a la anterior consejera, Verónica Casado: «Creo que en estos momentos de sufrimiento y dolor, hablo en nombre de toda la sociedad, habéis hecho una magnífica labor; y es obligado agradecerlo, porque han sido circunstancias complejas y difíciles».
Igualmente, recordó que los sanitarios tienen como objetivo «proteger, cuidar y mimar a todas las personas, vivan donde vivan, en ciudades y pequeños municipios, y vengan de donde vengan». Por ello, sostuvo que la «apuesta» significa contar con el «presupuesto más alto de la historia en sanidad», el área que cuenta con mayor peso de empleados públicos. El jefe del Ejecutivo recordó que «sin empleados públicos y el sector sanitario hubiéramos sido incapaces de gestionar la pandemia» y subrayó que la Junta y la sociedad «ha dado la cara, a la altura de las circunstancias, y comprometidos con nuestro país, con España».
Entre los objetivos que Mañueco pidió cumplir a los nuevos altos cargos, además de garantizar el cien por cien de presencialidad de la Atención Primaria, también mencionó «incrementar la capacidad de resolución» y sobre todo, reducir las listas de espera para «superar el impacto de la covid en los hospitales», además de «mejorar» la estabilidad de los profesionales sanitarios. En este sentido, consideró que por parte de Alejandro Vázquez y su equipo «no faltará ningún esfuerzo para dialogar, buscar entendimiento y llegar a ese gran pacto», consenso que desearía Mañueco y motivo por el que, dijo, tiende la mano a todas las partes.
Hospitales de primera
Igualmente sostuvo que Castilla y León cuenta con «hospitales de primera» y la mejor ratio de médicos por paciente en Atención Primaria, así como la mayor red de centros sanitarios. Por ello, pidió al consejero y su nuevo equipo que «garantice una asistencia sanitaria de calidad en áreas urbanas y medio rural y garantizar la presencialidad al cien por cien en todos y cada uno de los rincones de esta tierra tan extensa, la más grande de España y una de las más grandes de Europa».
Mañueco, quien reconoció que la sanidad «estaba desentrenada» en la pandemia porque la última «tenía un siglo de historia», avanzó su deseo de aplicar la tecnología a la sanidad y duplicar los fondos para investigación, algo que «llevará a cotas más altas y buscar la excelencia en la prestación».
Fuera de las trifulcas
Por último, el presidente de la Comunidad aprovechó su intervención en los jardines del antiguoHospital Militar de Valladolid para poner sobre la mesa del resto de grupos políticos la posibilidad de firmar un pacto por la sanidad, para «sacar» este sector del debate político, «del conflicto y trifulcas partidarias del día a día». «Tenemos que ser capaces de sacar a la sanidad del regate en corto y mirar con futuro. Es necesario un gran pacto por la sanidad en Castilla y León», concluyó.