Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


¿Inmaculada Constitución?

11/12/2022

Llovía sin cesar, cegando el camino a la larga fila de conductores que huían de la gran ciudad. Se veían los faros del que marchaba adelante, y otros que iban más allá, frenando cada poco... El rumbo era el descanso, la anhelada paz en tiempos tan broncos los actuales, surcando la economía de casi todos, la política, un futuro que parece cubierto de espesas nubes, pero siempre tenemos y debemos tener la esperanza de que escampe, de que después de las lluvias y la oscuridad otoñal que nos sumerge en un invierno espiritual volverá el sol, pues también buenos tiempos nos aguardan.
Así circulamos ahora en nuestro país mientras incluso la otrora victoriosa y poderosa selección española de fútbol pierde presto el campeonato mundial, tumbada por el país vecino: pertinaces moros han tumbado a los bravos ibéricos...
Nuestro país busca -al menos el pueblo sí quiere- un rumbo común que en principio garantizaría la constitución, la misma que ha sido celebrada en un periodo festivo que se une a la celebración de la Inmaculada, María, la madre del Mesías cuyo cumpleaños celebraremos dentro de poco. Sin duda, la política no es inmaculada y padece demasiadas máculas. Muchas manchas demuestran, claramente, que nuestra democracia es sumamente imperfecta y requiere enmiendas.
Este año, sorprendentemente, no se ha quedado este día festivo que celebra la Carta Magna en una cierta indiferencia unida a los típicos discursos políticos. Es cierto que hemos vivido en España un largo periodo de paz y desarrollo, lejos de esos siglos XIX y XX que regaron de sangre nuestras tierras con muchas y terribles guerras civiles. Pero también es evidente que hay que reformar algunos elementos constitucionales y no se ve el momento, porque lo más difícil ahora es hallar el consenso. El pueblo ve claramente que las listas cerradas en los partidos políticos demuestran, como la falta de división de poderes, con los más altos tribunales politizados y colapsados, que habitamos una extraña partitocracia, obediente a las grandes oligarquías internacionales, demasiado lejos de los ideales democráticos. Sí, votamos cada pocos años, elegimos o rechazamos a unos u otros. Poco gobierno del pueblo, poco podemos elegir. Los ineptos se colocan a menudo en los más altos puestos del estado, trepando por las estructuras políticas de los partidos, haciéndose favores, entre ellos.
La humilde madre de Jesús de Nazaret, una mujer del pueblo, sencilla, que la cristiandad católica celebra en estas fechas, es declarada pura, bondad perfecta... Lejos de este ideal quedamos todos, pero el referente está, alguien con quien medir nuestra talla moral, tan degradada en quienes manejan una constitución cuyos defectos, envejecida ya, son evidentes. Los políticos son personas y fallan, como nosotros, pero habría que disponer de mecanismos que evitaran ciertos abusos y excesos.
Apenas vemos la carretera, el rumbo, pero llegaremos, si queremos, unidos.