Su hija Elisa; el director de la Fundación Miguel Delibes, Fernando Zamácola; el alcalde capitalino, Daniel de la Rosa; el periodista Samuel Gil Quintana; el diputado provincial Eduardo Munguía; el filólogo y superior de los Jesuitas de Burgos, Joaquín Barrero; el escritor Óscar Esquivias... Las voces de estos, y más, personajes públicos se suman a las de profesores, padres y alumnos del Colegio La Merced y San Francisco Javier (Jesuitas) en la lectura colectiva de El camino, la novela de Miguel Delibes que forma parte de la adolescencia de varias generaciones. 120 lectores cogen de la mano al escritor vallisoletano para colarse en las reflexiones y recuerdos de Daniel El Mochuelo ante su inminente traslado a la ciudad para estudiar Bachillerato y convertirse, como quiere su padre, en algo más que un quesero. 

Los 30 vídeos con la lectura de los 21 capítulos se van colgando en el canal de YouTube de la biblioteca del centro a un clic de los lectores (cada día han publicado dos; los últimos, este pasado domingo). 

«La ternura que desprenden sus páginas la hacen perfecta para gustar a niños y mayores, profesores y alumnos, actuales y antiguos que viven en España y en el extranjero, para mantener lazos de amistad, educación, colaboración...», expone la profesora de Literatura Eva Ruiz, responsable de la biblioteca de Jesuitas. 

Daniel de la Rosa, Elisa Delibes, Óscar Esquivias y Joaquín Barrero (de i a d., de arriba a abajo) están entre las 120 personas que se han grabado leyendo ‘El camino’.

El permanente idilio que sus moradores tienen con Miguel Delibes detonó este proyecto. Sus libros no solo ocupan las estanterías, también repiten como protagonistas en los clubes de lectura (tanto en los seis de alumnos como en el que comparten padres y profesores) y hasta se orquestan rutas a los escenarios por los que transcurre la vida de sus personajes o de su creador (Molledo, Sedano, Cortiguera...). Impensable resultaba que estos fanes del autor de Cinco horas con Mario pasaran por alto el centenario de su nacimiento, ensombrecido por la pandemia. Descartado cualquier encuentro presencial, se lanzaron a las nuevas tecnologías. En un primer momento, pensaron en una lectura continuada en directo durante la mañana del 23 de abril para festejar el Día del Libro. Finalmente, una urgencia sanitaria pospuso esa cita. Un aplazamiento que, a la larga, fue providencial. Sin fecha especial como marco, decidieron invitar a figuras conocidas y abrir una lista de inscripción para que leyeran un fragmento y se grabaran en vídeo hasta completar todo El camino, un libro que aún fascina a los chavales, sobre todo a los que tienen pueblo. 

«Empezó como una propuesta educativa y privada y se ha convertido en una actividad cultural que ha trascendido el colegio», resalta Ruiz al tiempo que expresa su felicidad porque con el formato elegido van a ganar proyección. Más personas podrán dejarse llevar por la nostalgia de la mano del escritor que tan bien plasmó la realidad del mundo rural, tanto en esta obra como en otras en las que se revela como un visionario de lo que después ocurriría con la España Vaciada. Otra nota que le reafirma como un clásico de la literatura universal.