La Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Burgos debe ser como la habitación de las sorpresas, donde nunca sabes lo que en ella se guarda. Entre las llaves y móviles que se pierden casi a diario, también se pueden encontrar puertas de frigorífico. Un par de ellas llegaron hasta las dependencias municipales el pasado 1 de julio, co su embalaje y en perfecto estado. Las había localizado un ciudadano en la calle Condesa Mencia de la capital y dio aviso al 1-1-2. Las puertas siguen esperando al propietario y un frigorífico que cerrar.