Los depósitos de agua de la antigua estación se conservarán

J.M.
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Fomento impone su criterio al de Patrimonio para que estos dos elementos sean rehabilitados. Se encargará un estudio sobre sus patologías

Los depósitos están vallados desde hace años para evitar que se produzcan accidentes. - Foto: Alberto Rodrigo

Los antiguos depósitos de agua de la calle Eduardo Ontañón, muy próximos a la antigua estación de tren y al polideportivo de San Pedro y San Felices, se conservarán. Finalmente, el criterio que más ha pesado ha sido el de la Gerencia de Urbanismo y se ha decidido obviar los informes elaborados desde el área de Patrimonio, por dos técnicos distintos, en los que se defendía que estos elementos no tenían un gran valor.

Si se ha impuesto el criterio de Urbanismo es porque estos depósitos gozan de protección en el PlanGeneral de Ordenación Urbana (PGOU), documento que no se piensa tocar por este caso, y también porque en su día los arquitectos suizos Herzog & De Meuron apostaron porque permanecieran en pie en el diseño que dibujaron del bulevar. No así, con otros elementos del entorno de la antigua estación que sí se creyó conveniente eliminar. 

Los que se han mantenido, aunque en este caso por ser inmuebles, son el propio edificio de la estación, el ahora centro de creación musical Andén 56 (ahí también siguen a modo decorativo algunos elementos que recuerdan que el tren estuvo presente en el lugar durante mucho tiempo, y los dos hangares que hay pegados en el bulevar (entre la estación y la intersección con la calle El Carmen).

En lo que tiene que ver con los depósitos, el concejal de Urbanismo, Daniel Garabito, detalla que el Ayuntamiento encargará a una empresa un estudio para conocer las patologías y en el que se detallen las actuaciones que son necesarias para su rehabilitación.

En este momento, los depósitos se encuentran vallados para evitar que algún desprendimiento pueda causar daños en las personas y para evitar que pueda haber algún joven que tenga la tentación de trepar por alguno de ellos.

Una vez restaurados, el equipo de Gobierno no se cierra a la posibilidad de poder darles una utilidad. De hecho, en el número 1 de la Plaza Mayor se ha recibido ya alguna llamada con propuestas de algún colectivo, si bien se quieren escuchar con calma. Incluso podría darse la posibilidad de utilizarlos como soporte publicitario.

Los depósitos se encuentran dentro del ámbito de lo que se denomina planeamiento asumido en el sector 29.07 de la antigua estación y como consecuencia del proceso de gestión urbanística quedaron integrados en una parcela destinada a espacios públicos y cuya titularidad fue adjudicada al Ayuntamiento. El sector fue posteriormente ordenado por la modificación del Plan General de Ordenación Urbana asociado a la variante ferroviaria concebiéndose un barrio denso para dar continuidad a la trama urbana y con capacidad para convertirse en una extensión del centro histórico.

Aunque es cierto que en todo el entorno de la estación se han construido multitud de viviendas, los proyectos que no han terminado aún de cristalizar son aquellos en los que se contemplaba la construcción de edificios de gran altura.

Los vecinos de la zona sur, especialmente los que viven cerca de los depósitos vienen reclamando desde hace años que se actúe en estos elementos. Entienden que se trata de una intervención que no exige de un gran desembolso y tenían la esperanza de que los trabajos se hubieran ejecutado en 2021.

Lo que ya saben es que tendrán que esperar al menos hasta 2023 y esa no es la mejor de las noticias ya que se trata de un ejercicio que cae en año electoral y en el que una parte de la actividad municipal se paraliza durante la campaña y en la transición de un corporación a la siguiente.

Se siguen dando pasos, aunque son aún lentos.