Los propietarios y trabajadores de gimnasios, hostelería, comercio y agencias de viajes se han concentrado desde las 12 horas en la Plaza Mayor para defender sus negocios al tratarse de cuatro de los sectores más perjudicados por las restricciones que se han impuesto para intentar frenar los contagios, con las consecuencias económicas que eso genera.

Una manifestación a la que han acudido más de 1.500 personas, según calculan los organizadores, aunque las medidas de seguridad se han respetado tal y como pedían. Entre las pancartas de los presentes se han podido leer  múltiples reivindicaciones, desde exigir ayudas económicas de forma inmediata hasta pedir que les dejen volver a trabajar. "Cerrar mata", "Queremos trabajar" o "Queremos soluciones, no improvisaciones" han sido algunos de los mensajes que demuestran el hartazgo, el desánimo y la desesperación que están atravesando.

La iniciativa de la protesta partía de las asociaciones de gimnasios y centros deportivos después de que la Junta de Castilla y León ordenara su clausura desde el pasado 12 de enero, convirtiéndose hoy en el primer día que han visibilizado su enfado en la calle a pesar de que en marzo y noviembre también tuvieron que cerrar. Alberto del Val, presidente de la Asociaciación de Gimnasios y Centros deportivos de Burgos, Fernando de la Varga, presidente de la Federación de Hosteleros, Consuelo Fontecha, presidenta de la FEC, y Gema Alonso, vicepresidenta de la Asociación de Agencias de Viajes, han sido los encargados de leer el manifiesto.