Los burgaleses abarrotan las calles en la Noche Blanca

Ical
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El espectáculo de luz y sonido protagonizado por cien drones que surcaron el cielo burgalés a las 23 horas y el montaje a caballo entre la escultura y el cine en la fachada del Ayuntamiento desde las once han sido los que más público han congregado.

Los burgaleses abarrotan las calles en la Noche Blanca - Foto: Alberto Rodrigo

La decimotercera edición de La Noche Blanca de Burgos ha ofrecido a lo largo de diez horas, entre las 17 horas y las tres de la mañana, un total de 127 citas culturales, tras dos años de parón motivado por la pandemia, que han atraído a numeroso público. Como novedades, ha destaca un espectáculo de luz y sonido protagonizado por cien drones que surcaron el cielo burgalés y el montaje a caballo entre la escultura y el cine en la fachada del Consistorio, eventos que congregaron a varios cientos de personas. La intensa tormenta caída poco antes de las doce de la noche deslució la parte final de la programación.

El espectáculo que cubrió el cielo burgalés se celebró a las 23 horas y abarrotó la zona del Castillo. "Se trata del espectáculo luminotécnico 100 drones en la Noche Blanca, impulsado por la empresa Umiles Group, especialista en sistemas aéreos no tripulados, que partirá desde el parque de San Isidro y será visible en condiciones óptimas desde el Castillo. Será sin duda la experiencia deslumbrante e inolvidable que bien merecen los burgaleses", indicó durante la presentación la concejala de Cultura, Rosario Pérez Pardo.

También con la luz y el sonido jugaba el espectáculo Keyframes Game Storie, la instalación artística nocturna concebida por los franceses Groupe Laps para que de forma efímera unos personajes especiales invadan espacios públicos. En esta ocasión, estas esculturas luminosas tomaron la fachada del Ayuntamiento desde las 23 horas hasta las 3 de la mañana. Allí relataron historias urbanas -en bucles de unos 8-10 minutos- a través de la cinética y la descomposición del movimiento, gracias a la cronofotografía. En definitiva, se trata de "un montaje festivo a caballo entre la escultura y el cine", destacó Pérez Pardo.

- Foto: Alberto Rodrigo

"En colaboración con distintas administraciones y entidades de la ciudad y gracias al esfuerzo del Ayuntamiento de Burgos, empeñado por regresar a lo grande a la normalidad cultural, los burgaleses y aquellos que se animen a visitarnos podrán elegir entre propuestas artísticas y talleres de 66 creadores y colectivos locales, nacionales e internacionales", explicó.

Éstas fueron solo dos de las 127 opciones existentes. Así, la plaza Alonso Martínez se convirtió en un espacio en movimiento donde se sucedieron las exhibiciones de distintas formas de baile contemporáneo. La Sala Capitular del Monasterio de San Juan acogió distintos conciertos, mientras que el órgano fue el protagonista en el Museo del Retablo, el arpa en el Salón Rojo, la música y la poesía compartieron la Sala Polisón y dos orquestas actuaron en la Capilla de Música de Las Bernardas.

Además, la sala de ensayos del Teatro Principal se llenó de magia y el flamenco y la música electrónica se dieron el testigo en la escalinata de Saldaña. Muy cerca, en la Llana de Afuera se 'reprodujo' un minifestival como 'mini' fue la feria medieval que acampó en la antigua estación, lugar también en el que al caer la noche se animó a la observación astronómica.

- Foto: Alberto Rodrigo

En el paseo Sierra de Atapuerca, talleres y actividades educativas hicieron las delicias de los más pequeños, a los que se dirigieron también los artesanos y sus oficios en la céntrica plaza España. El mapping vistió para la ocasión el parque de Doctor Vara, y varias corales pusieron la banda sonora a la tarde.

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El Instituto Municipal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos puso en marcha por primera vez la Noche Blanca de Burgos el 17 de mayo de 2008. Desde su puesta en marcha, son 12 ediciones celebradas continuamente, dejándose de celebrar los años 2020 y 2021 debido a la pandemia de la covid-19.