Las fuerzas de seguridad encargadas de velar por el tráfico llevan tiempo lanzando mensajes de prudencia. Hemos salido de la pandemia, sostienen en la Jefatura Provincial, en la Policía Local y en la Guardia Civil, demasiado nerviosos, alterados. Las conductas son las mismas en las calles que al volante: prisas, distracciones, agresividad y pérdida de respeto a ciertas normas de convivencia. Y eso, poco a poco, se va notando en la estadística. La publicada por el Ministerio del Interior sobre delitos conocidos y esclarecidos en el último año es bastante reveladora. Las infracciones contra la seguridad vial no solo son de las que más repuntan en los últimos dos años, es que, además, en 2021 han alcanzado el máximo del último lustro y la tercera más alta de la última década.

Esos datos muestran que el pasado año se contabilizaron 325 delitos contra la Seguridad Vial, un 40% más que el año anterior, y diez puntos por encima del 2019, anterior a la pandemia. El repunte supera el 50% si lo comparamos con los registrados en los ejercicios previos. Es importante destacar que no estamos hablando de saltarse un semáforo, realizar maniobras incorrectas o una multa por exceder mínimamente los límites de velocidad. Del incremento de todas esas conductas ya hemos hablado a lo largo de estos dos últimos años en varias ocasiones en las páginas de este periódico.

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