Desde el balcón, Antonio Miguel Araúzo, alcalde de la villa, saludó a la multitud y presentó a Gregorio San Martín para que pregonase las fiestas, y tras las palabras iniciales acogiendo a todos, elogió las actividades realizadas por asociaciones y particulares en favor de un Pradoluengo mejor. La juventud, aunque apenas dejaba oir sus palabras, estuvo incluida en sus propuestas a fin de que sea escuchada y apoyada en sus proyectos.
Habló de la belleza que envuelve a Pradoluengo y sus deseos de que sea aprovechada como impulsora de trabajo.
Gritó cuanto pudo el ¡Viva Pradoluengo! que, como todos los años, resonó contundente por los cuatro costados, vitoreado por los presentes.
La interpretación del himno por la banda municipal fue coreado por todos los asistentes con pasión y entrega. Los cohetes comenzaron a sonar y un pasacalles de música y juventud llenó el recorrido tradicional de color, vida y diversión.