Medina impone 169 multas a quienes descuidan sus parcelas

A.C.
-

El Ayuntamiento comenzó dando ejemplo en 2016 adecentando el suelo municipal y durante los dos años siguientes se limitó a avisar, pero en 2019 y 2020 ya ha optado por sancionar

La Concejalía de Medio Ambiente comenzó dando ejemplo en 2016 con la limpieza y adecuación de 35.000 metros cuadrados de parcelas urbanas de propiedad municipal que cambiaron radicalmente de aspecto y dejaron de acumular desechos, escombros, restos de poda o una tupida vegetación para cumplir así con las ordenanzas municipales. Durante ese año y los dos siguientes se requirió a los propietarios de las centenares de parcelas sin edificar de la ciudad y sus urbanizaciones que mantuvieran a raya la hierba de sus terrenos, pero muchos hicieron caso omiso y entre 2019 y este verano, el Consistorio ha impuesto 169 multas a los incumplidores, 100 en pasado año y 69 éste.

La concejal de Medio Ambiente, Inmaculada Hierro, insiste en que «no se trata de multar, sino de concienciar y que los vecinos se mentalicen de que tienen que realizar, al menos, una limpieza al año». Hierro argumenta que las cuantías de las multas no son excesivas, muchas de 40 a 100 euros euros- y se reducen un 50%, si el propietario limpia su terreno en los 15 días siguientes a la notificación de la misma. Además de ello, destaca que «el buen aspecto de las parcelas es incluso un beneficio para los propietarios que quieran vender o evitarse problemas con sus vecinos». «Nos ha costado, pero la mayoría de los propietarios lo ha entendido», concluye.

Los expedientes sancionadores abiertos durante este verano, los últimos a finales de septiembre, se reparten a lo largo y ancho de la ciudad, desde la zona residencial de Santa Clara, la Granja de San Pedro, Medinabella II, el entorno de Mercadona, o calles tan céntricas como Doctor Fleming junto al cementerio, Carmelo Alonso Bernaola, Juan de Ortega o Martínez Pacheco, esta última en el casco histórico, donde la propiedad sigue sin responder a pesar de las sanciones y tiene abandonado a su suerte el solar. También se ha empezado a exigir el cumplimiento de las ordenanzas a propietarios de parcelas del polígono industrial. En este caso, también se actuó primero sobre las municipales para después requerírselo a los particulares.

Entre 2016 y 2018, todos los propietarios recibieron notificaciones del Consistorio en las que se les planteaba que tenían un mes para comunicar si habían limpiado sus parcelas, pero si no lo hacían, tras ese periodo tenían derecho a presentar alegaciones motivando su comportamiento. El proceso se eternizaba sin apenas resultados y los trámites administrativos eran muchos y muy largos con una gran carga de trabajo para el Consistorio. A finales de 2018, el equipo de gobierno decidió modificar su política y notificó a todos los propietarios que entre finales de junio y principios de julio de 2019 y años sucesivos debían de dejar en estado de revista sus parcelas, al menos, desbrozadas y limpias de basura. Se les advirtió de que, de lo contrario, serían sancionados y así sucedió con 100 parcelas.

Incendios, víboras... Llegado el comienzo del verano de 2020, la Policía Local volvió a recorrer las urbanizaciones del extrarradio y las parcelas urbanas sin edificar y el resultado ha sido de 69 incumplidores, en su mayoría empresas. En estos casos, se les notifica la sanción por la sede electrónica del Ayuntamiento y se da por notificado, con lo que si no pagan a la primera, se envía la sanción a la Diputación para que inicie la vía de apremio. En estos casos pueden darse sanciones de hasta 300 euros por finca, al no haber una reducción del 50%, porque nunca llegan a limpiar la parcela y por tratarse, en algunos casos, de terrenos de grandes dimensiones.

En el verano de 2019, se produjo un incendio en el entorno de la avenida Carlos y no era el primer incendio en parcelas abandonadas a su suerte y llenas de matorrales. Al Consistorio han llegado muchas quejas de picaduras de víboras a perros, dado que se multiplican entre la maleza, así como de propietarios preocupados por que las víboras pasen a sus jardines y por el mal aspecto de sus parcelas colindantes. Quienes no mantienen sus setos a raya e invaden estrechas, muchas veces estrechas, también son sancionados.