«Debemos intentar que la mujer pierda el miedo a denunciar»

FERNÁN LABAJO
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ENTREVISTA | Madrileño de nacimiento pero burgalés de adopción, Gonzalo Miguel Soto lleva más de 20 años en la Benemérita y 12 en la unidad orgánica de Policía Judicial. Acaba de recoger el Premio Menina por su lucha contra el maltrato machista

Gonzalo Miguel Soto, Sargento Primero de la Guardia Civil. - Foto: Valdivielso

No es la primera vez que la Delegación delGobierno en Castilla y León reconoce la lucha de la Guardia Civil contra la violencia de género en la provincia de Burgos. Con el de este año, ya son tres los Premios Menina que ha recibido el área de Personas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial, donde se encuadran los Equipos de Mujer y Menor (Emume). Pero en esta ocasión, el galardón está personificado en la figura del sargento primero Gonzalo Miguel Soto. El jurado basó la decisión en su profesionalidad, entrega y compromiso con las víctimas. Hablamos con él días después de recoger el premio. 

¿Qué supone para usted este reconocimiento?
Es un orgullo a nivel personal y el reconocimiento a un trabajo no solo mío, sino al de todos mis compañeros. El esfuerzo que hace cada día esta unidad es enorme. Ya nos habían concedido otras dos 'Meninas', pero fue más a nivel de grupo.   

¿Cómo es la lucha contra el maltrato en una provincia tan extensa y dispersa como la de Burgos?
Con una buena distribución de los efectivos en los diferentes puestos de mando. Tenemos muchos repartidos por la provincia y en ellos damos servicio a las mujeres que lo necesitan. 

A la hora de perseguir un delito es un trabajo policial, pero ¿cómo es la protección de las víctimas en la provincia?
Contamos por un lado con el sistema Viogen, al que tenemos acceso todos los cuerpos policiales. A través de él podemos hacer un seguimiento integral de cada caso concreto, del historial de una víctima con su agresor. Esta herramienta es muy útil para valorar el riesgo que corre una mujer de que su pareja la agreda. En función del nivel nosotros estamos más o menos alerta y ponemos unas medidas policiales de vigilancia, independientemente de si el juzgado decreta otras o no. 

¿Y esa vigilancia ante un riesgo extremo supone en Burgos un esfuerzo extra por la dispersión poblacional que comentábamos?
No porque la Guardia Civil ha distribuido sus efectivos en el territorio para poder dar respuesta a todas estas vicisitudes. Si un puesto determinado no tiene en ese momento personal para dar servicio a una mujer maltratada, inmediatamente se da aviso a otra patrulla. Porque las compañías conocen a todas las personas que están en riesgo en su demarcación.  La protección de las víctimas es una parte más de nuestro trabajo y no va en detrimento de la persecución de otros delitos. 

La Fiscalía ha detectado fallos en las pulseras que se colocan para proteger a las víctimas de sus agresores, especialmente en algunos municipios. ¿Os dificulta el trabajo de protección?
Es una cuestión que no gestionamos desde Guardia Civil. Va directamente al Juzgado. Nosotros damos una protección en función del riesgo de la víctima. Mantenemos siempre la vigilancia, tenga pulsera o no. 

¿Cuántos guardias civiles hay destinados en la provincia de Burgos para luchar contra la violencia de género?
Nos dividimos en varias áreas dentro de la Comandancia para, por un lado, hacer un seguimiento de los casos y, por otro, la protección de la víctima. En el día a día, hemos creado los equipos Viogen, que los conforman dos personas por compañía y que están a tiempo completo. Tienen un contacto directo con las mujeres. Por otro lado, dentro de Policía Judicial hay miembros formados que pertenecen a los Equipos Mujer y Menor (Emume). A partir de ahí está la Unidad Orgánica, que es la encargada de dar respuesta a la víctima. 

Estamos sometidos a una  formación continua en esta materia»

Ahora que tanto se habla de formación en violencia de género, ¿qué tipo de instrucción reciben en la Guardia Civil?
Nosotros recibimos formación permanente como Policía Judicial, por lo menos, dos veces al mes. Y con la pandemia ha sido mucho más porque se han impartido de manera online. Tenemos que tener cursos continuos porque, si no, no podemos estar en esta unidad. Los mandos entienden que es importante. 

¿Y esa formación se extiende también a los agentes de Seguridad Ciudadana?
Sí. Desde 2004 hasta hoy ha ido evolucionando e incrementándose esa formación. Saben cómo deben actuar en caso de que se produzca un delito, tienen una sensibilidad especial para dar una primera respuesta a la víctima. 

Se da también mucha importancia a atender a las víctimas en un clima amable dentro del trauma que supone una denuncia. ¿Cómo han cambiado las instalaciones para prestar esta atención?
Depende. Un puesto puede tener unas instalaciones específicas que impiden, por ejemplo, una ampliación para poder establecer salas especializadas en la atención de las víctimas. Pero, en cualquier caso, todas las reformas que se han ido haciendo en la provincia de Burgos en los últimos años han contemplado estancias neutras, preparadas para mujeres maltratadas, o afectadas por la trata, por ejemplo. El interés de la Guardia Civil es hacerlo en todos los cuarteles de la provincia.

Las estadísticas de criminalidad muestran un incremento progresivo de los delitos sexuales. ¿A qué se debe?
Creo que la sociedad está mucho más sensibilizada. Antes las víctimas tenían cierto recelo a denunciar una situación de abuso o agresión. Hemos conseguido saltar esa barrera y es obvio que va a haber un repunte en los próximos años. Hay un porcentaje muy alto de mujeres que no denuncian por múltiples factores. Entre todos debemos hacerlas comprender que hay una salida y que deben perder el miedo. 

¿Pero preocupa ese repunte en la Guardia Civil?
Insisto que es una tendencia por la concienciación social, no creo que haya una alarma social al respecto. 

Para nosotros, el testimonio de una víctima de maltrato o de una agresión sexual es sagrado»

En verano se creó una alarma social acerca de la sumisión química y en la provincia la Guardia Civil recibió una denuncia. ¿Qué resultado dio la investigación?
Instruimos diligencias y las mandamos al Juzgado, que es quien finalmente decide cada caso. No nos han vuelto a requerir para que sigamos investigando, lo cual no quiere decir que no haya pasado. Para nosotros, el testimonio de una víctima de agresión sexual o maltrato es sagrado. 

¿Cuál es el perfil del agresor sexual en la provincia de Burgos?
Las estadísticas dicen que el mayor porcentaje de estos delitos se producen en un entorno cercano a la víctima. Bien sea la familia, la pareja, los amigos, el trabajo, la universidad, etc. No hay es habitual el perfil del depredador sexual, aunque sí que ha habido casos que nos han preocupado más que los demás por sus características y porque fueron muchas víctimas. Me refiero al osteópata de Las Merindades. Gracias a Dios, no tenemos cincuenta como él. Vivimos en una provincia muy segura, también en cuanto a esta modalidad delictiva. 

¿La Guardia Civil necesita más medios humanos y técnicos para poder perseguir aún mejor este tipo de delitos en la provincia?
Con lo que tenemos actualmente estamos dando una respuesta muy buena. Y la propia Menina que me han concedido es un claro ejemplo de que estamos realizando un buen trabajo. También las otorgadas en años anteriores a toda la unidad. Eso sí, siempre sería mejor contar con más personal y también más medios técnicos.