Óscar Río 'Fosky' será el entrenador del filial del Burgos

J.C. MORENO
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Fue el primero al que se lo ofreció Antonio Caselli y ahora, tras el conflicto generado, con 'Pechu', ha decidido aceptarlo

Óscar Río 'Foski' será el entrenador del filial del Burgos. - Foto: Luis López Araico

El Burgos Club de Fútbol ya tiene entrenador para su equipo filial. Óscar Río ‘Fosky’ será el técnico después de todo el conflicto generado tras el ofrecimiento a Pechu y el supuesto veto del Burgos Promesas a su nombramiento. Fosky lleva años trabajando en la estructura del Burgos Club de Fútbol, donde ha ocupado diferentes puestos, tanto en el banquillo como en el trabajo de seguimiento de rivales y ojeador de jugadores.

La opción de Foski era la preferida por Antonio Caselli y Diario de Burgos ya publicó el interés del club para que ocupase un puesto que el propietario del Burgos considera fundamental. Sin embargo, en aquel momento el entrenador burgalés prefirió seguir trabajando en la estructura de la dirección deportiva junto a Michu, con el que colabora en numerosas funciones y que lo ha asesorado en su función nueva de estructurar las categorías inferiores tras el convenio con el Burgos Promesas.

Foski pasará a preparar a un filial al que el club quiere dar un gran protagonismo. Con la reestructuración de la Segunda División B prevista para la próxima temporada, el objetivo del Burgos Club de Fútbol será llegar como mínimo a la nueva Segunda División B Pro (40 equipos) y ascender al filial a la Segunda B normal, donde se mantendrían 80 equipos y pasaría a ser prácticamente una Tercera División.

Por ese motivo el Burgos CF tiene previsto apostar fuerte por el filial, con jugadores incluso de la primera plantilla, que entrenen con el primer equipo pero puedan participar también con el filial en los partidos.

Trayectoria. Óscar Río ‘Fosky’ lleva años vinculado al Burgos CF, en el que ha desempeñado diferentes funciones, tanto en el campo como en los despachos.

Mucho de su trabajo dependía del entrenador que ocupase el cargo en ese momento. Con técnicos como, por ejemplo, Ángel Viadero, su relación siempre fue muy estrecha, con protagonismo en el trabajo de campo. También tuvo esa complicidad con entrenadores como Mandiola o Nacho Fernández, que incluso le ofreció marcharse con él al filial del Atlético de Madrid. Otra cosa diferente fue con Patxi Salinas o Fernando Estévez, donde perdió protagonismo y pasó a realizar más funciones dentro de la dirección deportiva. 

Tras la llegada de Salmerón y, sobre todo, Michu su conexión con ambos ha sido muy buena.