La emoción embarga a Rosario Repiso. La raudense, de 85 años, quedó segunda en el programa MasterChef Abuelos, pero ella se siente ganadora. Sobre todo, por el cariño que ha recibido de "todo el mundo" y por haber "puesto por todo lo alto a su pueblo y a toda la Ribera del Duero".

En la primera prueba demostró su buen hacer en los fogones cocinando una paletilla junto a su nieta Olivia que hizo las delicias del jurado. Con este plato, rindió un homenaje a su esposo Víctor, fallecido hace tiempo. Después ejerció como capitana del equipo azul y en la última prueba replicó con mucho mérito la receta de un cocinero de vanguardia... aunque, eso sí, con alguna que otra desavenencia con el abatidor. 

Anécdotas aparte, Repiso, que regentó muchos años la administración de lotería de Roa de Duero, dejó unas cuantas muestras de humor durante todo el programa, una experiencia que recomienda sin duda. El momento que más disfrutó fue el cocinado junto a su nieta, así como la visita de dos amigas durante el rodaje en exteriores en Benidorm. "Fue una emoción tremenda. No me lo esperaba. Lo de mis amigas fue un bombazo para mí", asegura.

Como divertida fue la escena en la que aprovechando un baile con el resto de concursantes, le dio un cachete en el trasero al chef Pepe Rodríguez. 

En Roa, donde fue presidenta de las amas de casa, comparten con ilusión el paso de Rosario por MasterChef Abuelos: "Al salir a la calle todo el mundo me habla. Me dicen que he estado muy bien. La gente está encantadísima, aunque yo no pensaba que iba a llegar hasta donde he llegado".