El cultivo de adormidera se reduce de 1.000 hectáreas a 40

R. PÉREZ BARREDO
-

En apenas una década, la producción de la flor del opio se ha visto reducida a la mínima expresión porque su cultivo en tierras de secano, dependientes del cielo, no garantizaba siempre la producción

El cultivo de adormidera se reduce de 1.000 hectáreas a 40 - Foto: Valdivielso

Los campos de adormidera, la flor del opio (Papaver somniferum), llegaron a ocupar hasta 1.000 hectáreas en la provincia de Burgos hace una década. Este cultivo, muy controlado porque se utiliza para la producción de morfina y codeína, se ha visto drásticamente reducido en el campo burgalés. La explicación es bien sencilla: Alcaliber, la única compañía que en España desarrolla y gestiona estos cultivos, ha decidido asegurarse la producción en zonas de regadío, toda vez que en las de secano, como sucedía en Burgos, la cosecha no se garantizaba debido al cambio climático que se registra cada vez más claramente de unos años a esta parte. Tan es así, que si antes la comarca de Ebro-Bureba copaba casi la mayor parte de las hectáreas de adormidera, las 40 que se han sembrado este año ya se encuentran en su mayoría en zona de regadío de la provincia, en el oeste, habiendo apostado la empresa especialmente por los campos de regadío de Valladolid y Palencia. Así pues, el cultivo de adormidera en Burgos es ya residual.
«Necesitábamos asegurarnos la producción, y eso explica que haya menguado tanto el cultivo de adormidera en Burgos. Se necesita una precipitación anual, y en secano estábamos viendo que cada vez era más complicado, que el rendimiento no era el deseado. Estamos condicionados a unas ventas y no podíamos arriesgarnos en fallar con la producción», explican fuentes de esta compañía farmacéutica. Así, realizaron un estudio y decidieron apostar por comarcas vallisoletanas y palentinas de regadío, dejando apenas unas pocas fincas en Burgos, también de regadío. Visitamos una en la zona oeste de la provincia. La adormidera se encuentra estos días en su plenitud, en su máximo apogeo. La belleza de esta amapola es única. Impresiona la blancura que ofrecen las flores en un vistazo general, si bien tienen tambien, en el interior de los pétalos, tonos malvas.

(Más información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)