Cargados de regalos

DB
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Noche de nervios y mañana de ilusión para miles de niños burgaleses, que vieron cómo los Reyes cumplieron sus sueños

Isabel, Beltrán y Jorge no ocultan su sorpresa y alegría tras abrir los paquetes que Melchor, Gaspar y Baltasar dejaron junto al árbol de Navidad. - Foto: Patricia

Tras las cabalgatas de la tarde del miércoles y después de haber dejado los zapatos preparados, la cena para Sus Majestades lista y haberse ido a dormir pronto, llegaba la recompensa. La emoción, el griterío infantil y también los nervios se trasladaron a muchos hogares. Y es que la mañana del 6 de enero -uno de los pocos días del año en que los más pequeños son los primeros en levantarse- las imágenes se repitieron en todas las casas burgalesas. Fue un amanecer de abrir regalos y de ver si los Reyes Magos habían dejado todo lo que les habían pedido.

Desde muy temprano ya se vivieron escenas de alegría y diversión -también por parte de padres y abuelos- al ver los numerosos regalos que habían dejado Melchor, Gaspar y Baltasar junto al árbol de Navidad, después de un año en el que, la gran mayoría, se han portado muy bien.

Desde las clásicas muñecas, hasta las consolas de videojuegos, pasando por el balón de fútbol o baloncesto, libros o los socorridos juegos de mesa. Todo bajo ese manto de magia e ilusión que acompaña a unos Reyes Magos de Oriente, que tuvieron mucho trabajo la noche antes.

Raúl y Teresa también recibieron numerosos juguetes.
Raúl y Teresa también recibieron numerosos juguetes. - Foto: Luis López Araico

Sus Majestades atendieron los deseos de todos los niños después de recibir sus cartas enviadas directamente a Oriente o que les hicieron llegar a través de sus Pajes Reales. Una jornada para disfrutar en familia y en la que los padres fueron los que más trabajaron: tocaba montar todo lo que habían traído y disfrutar con ellos.