Adif estudia la opción de demoler más estaciones del Directo

B. A.
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La mayoría de ellas presenta un estado bastante deteriorado y ninguna, salvo la de Aranda, ha despertado el interés de particulares por arrendarlas, como sí ocurre en otras líneas ferroviaras en la provincia

La demolición de la estación de Gumiel de Izán se produjo en diciembre, siendo así la última derribada en esta línea. - Foto: G. Beltrán

En el mes de diciembre del año pasado Adif decidió demoler la estación de ferrocarril de Gumiel de Izán, ya que presentaba un mal estado debido al abandono y la falta de mantenimiento desde que hace casi tres décadas dejara de prestar el servicio para el que se construyó. Ahora, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, al ser preguntado si tiene previsto derribar alguna estación más del trazado del Directo a su paso por la comarca de la Ribera, asegura que la opción está «en estudio» y que se evaluará cada caso en particular. 

Hasta la fecha, Adif ha decidido hacer desaparecer a cuatro apeaderos, el de Villamayor de los Montes, Cogollos, Sarracín y Gumiel de Izán, este último en la comarca de la Ribera. «Se han derribado aquellos que considerábamos que ofrecían mayor peligro», explican desde la empresa pública Adif, propietaria de estos edificios. Por el contrario, hay cinco estaciones, todas ellas en la comarca de la Ribera, excepto la de Lerma, que continúan en pie, aunque se estado es también muy lamentable, lo que está llevando a Adif a evaluar su posible demolición. Estas estaciones son: Fuentelcésped, Oquillas, Bahabón de Esgueva y Fontioso. A ellas hay que sumar la de Aranda, la única cuyo edificio presenta buenas condiciones.

Ante esta posición por parte de Adif, Jorge Núñez, presidente de la Plataforma por el Tren Directo, asegura que si hay dinero para tirar las estaciones, también lo hay para reabrir de forma inmediata el túnel de Somosierra, tapiado el pasado verano. «Este dinero para derribar las estaciones está empleado de forma innecesaria. Estaría mejor destinado en la redacción del proyecto de medio ambiente o el de ejecución de obra, pero Adif no tiene intención en dar pasos hacia la reapertura de este tren», señala. 

Lo cierto es que estas estaciones, todas ellas con tejas caídas e incluso vigas hundidas, se están perdiendo porque se han ido abandonado. En este caso, además, no han contado con el interés de particulares por arrendárselas a Adif y convertirlas en segundas viviendas o en negocios de hostelería, como sí ha ocurrido con la línea del Santander-Mediterráneo, que por ejemplo, a su paso por Rabanera del Pinar, cuenta con una casa rural, o un albergue en la antigua estación de Hontoria del Pinar. «No ha habido peticiones, si las hubiera habido, las hubiéramos arrendado», señalan desde Adif, que afirman que el hecho de que aún circule el tren bobinero y existan las reivindicaciones por reabrir el Directo no tienen que ver con la falta de interés por haber alquilado estas infraestructuras ferroviarias, cuyo precio fija Adif en función del estado que presente el edificio y del destino que se le pretenda dar al mismo. 

De todas las estaciones de esta línea en la provincia, solo la de Aranda está habitable y habitada, ya que Adif invirtió hace menos de una década en construir cinco viviendas que tiene arrendadas. En Segovia y Madrid sí hay estaciones del Directo habilitadas como segundas viviendas.