Una racha de cuatro atropellos mortales en mes y medio no es fácil de gestionar para un Ayuntamiento, sobre todo cuando en el quinquenio 2016-2020 solo hubo que lamentar un fallecido en la ciudad y fue en una colisión de una motocicleta y un turismo en la N-120. Pero atribuir este trágico rosario de muertos a la mala suerte solo lleva a la complacencia, un error en el que las distintas áreas municipales implicadas en la seguridad vial no quieren caer. Así lo asegura Blanca Carpintero, quien avanza que la Policía Local y la sección de Tráfico -con cuyos responsables se reúne este lunes- ya trabajan en la elaboración de un catálogo de pasos de peatones especialmente peligrosos. El propósito es analizar en qué se puede mejorar cada uno de ellos para evitar este tipo de accidentes y hacerlo. 

El factor principal que explica los dos atropellos con víctimas mortales de finales del año pasado es la alcoholemia, ya que los conductores que los provocaron dieron positivo. De ahí que la Policía Local intensificara los controles en el mes de diciembre. En todo el año pasado más de 360 burgaleses fueron denunciados o detenidos (con tasa superior a 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado) por ir ebrios. Pero los dos siniestros de este 2022 -el del día 3 en Farmacéutico Obdulio Fernández y el del jueves en Esteban Sáez Alvarado- solo se explican por despistes de los conductores, pues ni siquiera circulaban a una velocidad superior a la permitida, 50 kilómetros por hora en ambos casos.

Y combatir las distracciones no es sencillo, tal como el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, ha comentado en múltiples ocasiones, entre otras cosas porque pueden ser por muchos motivos, tanto por el uso del móvil, como por fumar, hablar con los que van sentados detrás, etc. De modo que una vez que sean identificados esos pasos peligrosos -bien porque se han producido accidentes o bien porque soportan mucho flujo de viandantes y coches- el Ayuntamiento tratará de hacerlos más visibles a los conductores, tratará de llamar la atención sobre ellos. ¿Cómo? Se colocarán más señales inteligentes, como las que hay en algunos puntos de la avenida de Castilla y León o como el que se va a ubicar en Alcalde Martín Cobos, a la altura de la barriada de San Cristóbal, donde el 28 de noviembre del pasado año un hombre de 89 años fue arrollado por un automóvil. Murió a los pocos días. Estos dispositivos, que avisan del paso con señales luminosas, avisan al conductor de la presencia de peatones, les indica la velocidad a la que van y a los viandantes les alerta de la llegada de automóviles. En este sentido Carpintero apunta que si hay que «aportar dinero suplementario al contrato de señales viarias se hará».

El Consistorio también quiere mejorar la iluminación de los pasos de cebra. El atropello del jueves en Sáez Alvarado tuvo lugar por la noche y, aunque es visible para los conductores por la luz que proyectan las farolas que hay en la mediana, es verdad que no dispone de unos focos que alumbren directamente la zona de influencia del paso, como sí ocurre en otros lugares de la ciudad.

La elevación de los propios pasos de cebra es otra de las opciones que contempla el área de Seguridad Ciudadana. Así se hará en la calle Madrid, en las proximidades del parque Europa, y esta solución se «estudiará para otras ubicaciones si es posible». Lo cierto es que en la ciudad no se ha producido nunca un atropello mortal sobre esta clase de pasos.

La Policía Local, además, continuará con su labor de sensibilización en los pasos de cebra de la ciudad. En la última semana los agentes han llevado a cabo esta tarea en 15 puntos de la capital burgalesa y ha impuesto 19 sanciones a conductores que se lo saltaron sin respetar la prioridad del peatón.