«La hierba está desmadrada, pero estamos sin personal»

R.E. MAESTRO
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La incertidumbre crece en los pueblos por el retraso de los planes de empleo mientras se acumula la suciedad. 180 contratos esquivaron la reforma laboral pero quedan más de 300

Saúl ha trabajado 6 años con el plan de empleo y ahora está a la espera. / En Basconcillos del Tozo han contratado con fondos propios a Jonathan. - Foto: Luis López Araico y Patricia

El retraso en las contrataciones de personal como consecuencia de la reforma laboral ha ocasionado un verdadero caos a los pueblos burgaleses, que observan cómo en la época donde más se necesita continúan sin saber exactamente cuándo podrán contar con los habituales trabajadores encargados de mantener en perfectas condiciones sus calles y jardines. Sí se realizaron 180 contratos antes del 31 de marzo para esquivar la nueva legislación, pero aún faltan otros 320 para alcanzar la cifra que contemplan los planes de empleo de la Diputación provincial.

La incertidumbre se ha adueñado de las administraciones en los últimos meses a la hora de sacar los planes de empleo debido a la reforma laboral, tal y como confesaba ayer a este periódico Jesús María Sendino, diputado provincial responsable de Empleo Rural. Y ahora esas mismas dudas se han trasladado directamente a los pueblos, afectados por el retraso de esas ayudas y que habitualmente por estas fechas ya contaban con personal suficiente para las obras de interés comunitario, bien a través del Plan de Empleo I o el Plan de Empleo II Discapacitados. En cualquier caso, el diputado aseguró que saldrán como cada año a pesar de que en otras ocasiones las convocatorias ya estaban en marcha.

En plena primavera es precisamente el momento cuando más se necesitan los peones de servicios múltiples debido a que las zonas verdes requieren mayores cuidados y a eso se añade la llegada del verano, época en la que la población en los pueblos se dispara con el consecuente incremento de suciedad en las calles. Y de la misma forma que esta situación provoca una infinidad de dudas a los Ayuntamientos, también aquellos que habitualmente resultan seleccionados para desempeñar dichas funciones desconocen todavía si podrán contar con ese empleo.

En Pedrosa de Río Úbel suelen contar cada año con dos trabajadores gracias a los planes de empleo de la Diputación que permiten dar servicio a los cuatro núcleos urbanos desde el mes de mayo. «Se echa en falta, no sabemos qué ha pasado», comenta el alcalde, Óscar Alonso, sobre el gran retraso que se ha originado. Manifiesta que ahora mismo las hierbas crecen entre los bordillos, las hojas de los árboles se acumulan en las aceras y los jardines se encuentran descuidados a pesar de que los propios vecinos colaboran para tener todo en las mejores condiciones.

Pero no solo los municipios más pequeños, que suelen contar solo con esos empleados en plantilla, sufren los efectos de no tener personal. Los más grandes tampoco se libran y no dan abasto ahora que se incrementa la carga de trabajo. Así lo asegura Javier Castillo, alcalde de Arcos de la Llana, que explica que «tenemos 17 jardines, campo de fútbol o piscinas, en estos momentos es cuando más falta nos hace falta contratar a alguien porque no podemos con todo» y para poder llevar a cabo las tareas necesarias «tenemos a nuestros dos trabajadores haciendo virguerías».

El alcalde de Arcos lo considera un «problema» al no saber todavía si contarán con la subvención para  sumar como habitualmente durante seis meses a otras tres personas -una de ellas con discapacidad- a su equipo y por ello insiste en la urgencia de contar con personal especializado de manera inmediata. «De mayo a octubre es el periodo cuando necesitamos el refuerzo, por estas fechas ya teníamos a la gente y ahora no tenemos ni idea de lo que va a pasar», dice Castillo, que espera una respuesta rápida puesto que «nos está trastocando».

En Basconcillos del Tozo, por su parte, ya han decidido contratar de momento a una persona durante dos meses -a jornada completa- por su cuenta ante la falta de novedades sobre este tema. «Pagará el Ayuntamiento el coste hasta que saque la Diputación la nueva norma, no podemos esperar más», explica Margarita Ortega, alcaldesa del pueblo. Así, confían mantenerle luego con la ayuda de la institución. Cuentan con doce pedanías y reconoce que ahora mismo «la hierba está desmadrada».

La espera de los parados. La contratación de desempleados del medio rural durante seis meses para trabajar en los pueblos se alza como una gran oportunidad de trabajo, pero ahora esas personas ven cómo no les queda más remedio que tener paciencia. Saúl Rastrilla, de 32 años, lleva ocupando el puesto de peón en Pedrosa de Río Úrbel durante seis años. «Estoy esperando, pero a ver si dicen algo ya o me tendré que buscar otro curro porque no puedo estar esperando eternamente», comenta, mientras se declara un apasionado de la vida en el medio rural.

El joven se encarga de tener impolutas las calles, «desde limpiar las aceras y alcantarillas a desbrozar», pero recuerda que en otras ocasiones para la tercera semana de abril como tarde ya se encontraban desempeñando sus labores. «Hace falta ya», avisa. A diferencia de él, Jonathan, de 33 años, ha empezado ya a desempeñar su labor en Basconcillos gracias al esfuerzo del Ayuntamiento. Vecino de Trashaedo, llegó recientemente desde Alicante, y se muestra muy contento por esta oportunidad.