María Velasco se encuentra a un paso de dar un mordisco a la siempre seductora manzana con antifaz que Joan Brossa diseñó como estatuilla de los Premios Max. La dramaturga burgalesa llega a la terna final de nominados en la categoría de Mejor autoría teatral por Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra. Fácil no será. Pugna por ese galardón con Juan Diego Botto, por Una noche sin luna, favorita en esta 25 edición con su presencia en cuatro de los apartados más importantes, y Joan Yago, por De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda. El desenlace se conocerá el 6 de junio en una gala a celebrar en el Teatro Principal de Mahón (Menorca).  

«Los premios, las nominaciones en este caso, son una bomba de oxígeno que da esperanzas para continuar», señalaba ayer la creadora nada más enterarse de sus opciones, al tiempo que observaba esta distinción como una alegría más de las brindadas hasta ahora por este proyecto, que ha vivido una pequeña gira nacional y en unos días se aúpa en forma de lectura dramatizada al festival Stückemarkt de Heidelberger (Alemania), que se desarrolla entre el 29 de abril y el 8 de mayo.  

Velasco valora especialmente esta presencia en la lista de nominados de los premios que otorga la Fundación de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE) por tratarse de una autoproducción, con cinco actores en nómina más los técnicos, que sale adelante por esfuerzos personales. «Estas obras no tienen un rostro conocido ni una temática comercial porque apostamos por temas arduos», enfatiza al tiempo que dice afrontar «este reconocimiento de los compañeros y compañeras como una palmada en la espalda para seguir». 

La autora, que acaba de reunir cinco de sus textos teatrales estrenados entre 2014 y 2021 en el libro Parte de lesiones (Ediciones La Uña Rota), destaca que Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra, que traza el viaje de una mujer desde su niñez a la adultez en el camino de su emancipación sexual, se ha abierto paso sobre nombres importantes de la escena para llegar a esta terna final y «esto significa que ha emocionado».    

Como espera hacerlo en los teutones. Con esta alegría en el equipaje viaja Velasco a Alemania. Participará en un encuentro de autores españoles con gestores y programadores de allí y conocerá qué se está haciendo en Europa.