Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Con una sonrisa

07/06/2021

He perdido la cuenta de las felicitaciones que he recibido últimamente por ser de Burgos. Esta vez no por nuestra impresionante catedral o lo rica que está nuestra morcilla, no, por NUESTRO DEPORTE. ¿Les ha pasado? ¡Qué orgullo ver que en muchos rincones de España la gente se alegra de que El Plantío vuelva a estar en el mapa del fútbol del bueno! ¡Qué orgullo las simpatías que despierta por doquier nuestro San Pablo!

En estos días de vino y rosas,  ha venido a mi mente aquella frase de «Soy español, ¿a qué quieres que te gane?» que, con un punto de chulería, pero de buen rollo, se popularizó cuando fuimos campeones del mundo de fútbol y al calor de otros éxitos deportivos. 

Es verdad que esta semana nos ha tocado morder el polvo, pero también en la derrota hemos sido GRANDES. Dice Peñarroya que «pasarán los años y recordaremos esta temporada con una sonrisa». No lo dude, míster. Casi me atrevo a decir que en este año tan duro, el Burgos, el San Pablo y el UBU Bajo Cero han sido lo mejor que nos ha pasado. Claro que sonreiremos recordando este año, ‘manque pierda’ que dirían los béticos.

Que un equipo que lleva en la élite desde 2018 se haya plantado en la final de la Copa es para quitarse el sombrero. Y que más de 600 burgaleses decidieran meterse entre pecho y espalda casi 1.000 kilómetros para vivirlo en directo solo corrobora la ilusión que también el rugby ha despertado en nuestro corazoncito burgalés. Ese corazón en el que el orgullo gana la batalla a las heridas de perder con Tenerife o Alcobendas. Hay que llegar ahí para llevarse el disgusto. Ver el Coliseum con su marea azul, marejadilla, pero algo es algo, cantando el himno, o el amarillo y negro en las gradas de Albacete, ya es para celebrar. Y de agradecer. Todo con el alivio de ver cómo las cosas del dinero parece que se empiezan a arreglar en el fútbol. Ni se me pasa por la cabeza que no se encuentre solución.