El entrenador del Burgos CF Julián Calero no ha querida dar pistas sobre su futuro a pesar de que haya concluido el plazo de 15 días para tomar una decisión que marcó el presidente de la entidad Rodrigo Santidrián: "A todos nos gustaría que se solucionara lo antes posible, pero no es una decisión sencilla y tiene muchas variables de las que por fuera se pueden ver. Se está trabajando y esperemos que se solucione todo. Por suerte hemos conseguido la permanencia con una antelación casi inesperada y eso ha hecho que tengamos más tiempo del imaginado", ha comentado el técnico antes de que su equipo viaje a Ponferrada para jugar mañana a las 21.00 horas en El Toralín.
"La motivación tiene que ser la de saber que hay que competir bien ante un rival que se juega todo y en un estado anímico increíble que hay que igualar", ha añadido el de Parla sobre el equipo dirigido por Jon Pérez Bolo, que encadena tres triunfos seguidos y tiene a tres puntos la última plaza del play off de ascenso a Primera División. Por su parte, el Burgos no se juega nada, pero Calero no quiere relajaciones: "Si decimos que no nos estamos jugando nada estaríamos invitando a nuestros jugadoresa competir peor y no podemos hacerlo", ha remarcado.
Pese a ello, no ha negado la posibilidad de dar la oportunidad a los jugadores menos habituales o que menos minutos han tenido este curso, aunque "sin pegarse un tiro en el pie", pues no quiere que el equipo deje de ser competitivo.