El jardín de la vivienda de Angelín Martínez dejará de utilizarse como emplazamiento de celebraciones religiosas en los próximos meses. Gracias a la rehabilitación que la Diputación ha proyectado en la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de San Pedro de la Hoz para la consolidación estructural, actuando sobre las bóvedas y en la restauración de las cubiertas, los cuatro vecinos que residen a diario en la pequeña localidad y que son hermanos, podrán volver a escuchar los sermones del párroco en el interior del templo.
A pesar de que desde hace décadas solo se oficia misa en contadas ocasiones al cabo del año, Julita no puede ocultar la ilusión que siente tras enterarse de que las administraciones públicas escucharon sus peticiones y «finalmente se tomen cartas en el asunto para mantener en pie la edificación después de permanecer unos 30 años clausurada». El motivo por el que decidieron dar cerrojazo a la iglesia, que en las últimos tiempos ha experimentado más de una reforma, tuvo que ver con el desprendimiento de una gran piedra de la bóveda central. «Por aquel entonces vinieron unos técnicos para comprobar el estado de la iglesia y nos comunicaron que existía un problema importante en la conservación de los muros y el tejado, por lo que no tuvimos otro remedio que dejar de utilizarla», aclara.
La documentación del proyecto básico y de ejecución de las actuaciones previstas recoge los daños más destacados del inmueble religioso. En ella se habla sobre que, como viene siendo habitual en otros templos, el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas han provocado la degradación del muro piñón que conforma la cubierta y el encuentro con la torre del campanario, con grave peligro de colapso. Dicho desplazamiento ha generado deformaciones en los arcos y en las bóvedas, con desprendimientos en los nervios, así como en el techo. Asimismo, el desplome hace años del muro que conforma un engranaje en la cubierta provocó la aparición de grietas en los muros.
Respecto al exterior, los paramentos verticales de la torre corresponden con los que presentan mayor problemática. Por un lado, el hundimiento de parte de una de las bóvedas generó una hendidura importante que compromete la estabilidad en su muro. Además, sus paramentos ejecutados con entramado de madera se encuentran muy deteriorados y disponen de escasa capacidad portante.
Para los hermanos Martínez resulta muy importante la rehabilitación sobre todo de la torre porque aguarda dos campanas nada corrientes de bronce. «Una de ellas es enorme y de sonido largo pero las dos tienen crípticos mensajes, en tipografía y alfabetos diferentes, cuyo significado nadie hasta ahora ha sabido descifrar», aclara la vecina.
Las constructoras interesadas en presentar sus ofertas en la central de contratación de la Diputación tienen de plazo hasta el 31 de julio, y el presupuesto de los trabajos asciende a 66.737 euros.