"Nos sentimos orgullosos de estar en Miranda"

AARÓN C.C.
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Miranda tras la barra (XXIII) | En abril de 1966, el padre de Daniel Conde abrió el Orosco (calle Ramón y Cajal, 44), un local de ocio que hoy, seis décadas después, sigue triunfando entre la juventud

Daniel Conde en la sala de fiestas que su padre inauguró hace más de cincuenta años. - Foto: A.C.C.

En abril del año 1966, el padre de Daniel Conde decidió abrir un local de ocio que a día de hoy, casi seis décadas después, sigue funcionando y triunfando entre la juventud mirandesa gracias a la gestión de la segunda generación familiar. Pese a que ahora se encarga en solitario del negocio, Daniel estuvo acompañado muchos años por su hermano Jesús, siguiendo así la tradición familiar dentro del Orosco. Lleva toda una vida vinculado al mundo del ocio, bien como representante de agencias o como gerente de diferentes establecimientos. Además del Orosco Club, Conde lleva desde el año 2005 organizando eventos de música electrónica por toda España con la marca ElectroSonic.

Después de tanto tiempo, la discoteca ha necesitado alguna reforma como parte de la conservación de la misma. "Hemos cambiado las decoraciones y el mantenimiento es bastante bueno. Realizamos una gran inversión para que esté en el mejor estado posible", afirma, consciente de lo difícil que resulta mantener un negocio durante un periodo de tiempo tan prolongado, y más aún tratándose del sector del ocio nocturno y discotecas.

"Estamos orgullosos de haber aguantado tantos años y seguimos trabajando duro para mantenernos el máximo tiempo posible a estos niveles", asegura. En muchas ocasiones, las discotecas llegan a tener mala fama debido a los altercados que se producen dentro o en sus alrededores y para evitarlos, "se precisa de un buen sistema de seguridad", cuestión sobre la que Daniel se muestra muy satisfecho. "Aunque a veces pueda parecer muy estricto, estoy muy contento de cómo trabaja nuestro personal de seguridad, que proviene de empresas externas al Orosco".

Esta buena organización de la seguridad del local también ha resultado crucial en los meses en los que la sala se volvió a abrir tras 18 meses de cierre debido a la pandemia. Después de año y medio, la sala pudo volver a la actividad pero con muchas restricciones, y estas estaban controladas "al dedillo" para así no incumplir las normas y seguir funcionando con la mayor normalidad posible. "Fuimos muy cuadriculados con los aforos, distancias entre mesas... Todo lo que hiciera falta para no seguir parados", declara Daniel.

Además de la seguridad, otro de los puntos fuertes del negocio es su equipo de redes sociales y relaciones públicas. "Nos los curramos bastante para intentar estar al día de las peticiones de la gente y las modas que siguen, para ello se precisa de un buen uso de las redes", indica el gerente del local.

Desde sus inicios, el Orosco se ha especializado en el sector joven de la sociedad, ante el que se muestra especialmente agradecido Daniel debido a la continua respuesta que tienen. "Trabajamos para ellos, hemos visto que responden a nuestros eventos y nos aclimatamos al máximo a lo que ellos desean para seguir teniendo éxito", manifiesta.

En cuanto al personal que hace que la sala funcione correctamente, Conde indica que en una noche normal suele haber alrededor de 20 trabajadores, entre los que se encuentran camareros, encargados de controlar el aforo (862 personas como máximo tiene el local) y la seguridad de la misma.

Sobre alguna de las peticiones y fiestas que se han organizado en las últimas semanas, Daniel se muestra sorprendido ante la forma en la que han cambiado los gustos de los jóvenes. "Me dicen hace unos años que voy a tener que hacer fiestas así... y no me lo creo. Pero eso es bueno, ya que significa que el negocio sabe adaptarse a los nuevos gustos y funciona en cualquier situación", asevera.

Cuando parece que la pandemia comienza a quedarse atrás, el impulso de la hostelería vuelve a ser visible y esto se hace notar entre los diferentes dueños de los negocios. En el caso de Conde, se muestra optimista a medio y largo plazo. "Al final siempre termina pasando algo y no podemos estar seguros de lo que nos deparará el futuro, pero ahora mismo nos encontramos ante una perspectiva muy favorable para seguir desarrollando nuestra actividad como lo hacíamos antes de que empezara la época de cierres y restricciones".