Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Bonos

13/12/2021

Marcelo Bielsa, uno de esos exquisitos intelectuales que produce el fútbol argentino, advertía en cierta ocasión de la frustración a que puede conducir la continua presión por el éxito que preside nuestra sociedad: «Deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción: los seres humanos de vez en cuando triunfan. Habitualmente combaten, se esfuerzan…, pero solo ganan muy de vez en cuando».

No todo han sido laureles victoriosos, sin ir más lejos, para el Ayuntamiento de Burgos con su llamado II Plan de Crisis, concebido para paliar las consecuencias económicas de la pandemia y que no ha resultado todo lo satisfactorio que se esperaba en un principio: 300.000 euros consignados para financiar a empresas y autónomos agobiados por la recesión, y otros 800.000 que iban a destinarse a trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo, se han quedado metidos en un cajón porque ningún área municipal está dispuesta a gestionar tales ayudas.

Mucho más lograda, dentro de ese mismo plan, ha resultado la campaña de bonos al consumo en comercios y establecimientos de hostelería decretada en el municipio, y que ha tenido al vecindario loco de contento al comprobar que el Ayuntamiento repartía euros a mansalva, hasta dos millones y medio, para que el personal se fuese de compras, o a cenar a un restaurante de postín, sin notable menoscabo de su cartera. Lo cierto es que resulta imposible fracasar cuando el empeño de uno consiste en regalar billetes sin más criterio que el del agotamiento de las existencias; lo difícil es emplear el dinero público de forma responsable y aplicando estrictos principios de justicia social para que quienes verdaderamente están padeciendo las de Caín en el escenario económico provocado por la covid lleguen a sentirse arropados por sus instituciones.

Como no podía ser de otra forma, los dichosos bonos han sido muy bien recibidos tanto por el comercio por los consumidores, pero no puede uno dejar de pensar que ese dinero de todos ha ido a parar en no pocas ocasiones al bolsillo de quienes no lo necesitaban en absoluto. Les dejo con otra reflexión del gran Bielsa: «Deberíamos ser más críticos con quien obtuvo más de lo que mereció, y premiar al que mereció más de lo que obtuvo».