Miranda registra 15 matrimonios y otros 38 están en trámites

ARSENIO BESGA
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En el Juzgado creen que se trata de una cifra muy elevada «para los primeros meses» del curso. El dato descendió con la pandemia, pero en épocas anteriores se llegaron a contabilizar más de 100 cada año

Imagen de archivo del Juzgado de Miranda de Ebro. - Foto: Patricia

Los ciudadanos de Miranda retoman los matrimonios aplazados como consecuencia de la pandemia. En el año 2020 apenas se registraron un total de 36 bodas, pero en solo unos meses del vigente ejercicio ese dato está a punto de superarse. De hecho, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la ciudad ya tiene cuantificados 15 enlaces y ha contabilizado otros 38 que se encuentran en periodo de tramitación.

Desde el propio Juzgado transmiten que se tratan de unas cifras muy elevadas, sobre todo, teniendo en cuenta que en ellas se incluyen solo las bodas celebradas entre enero y marzo. En la institución apuntan que «son muchas para ser los tres primeros meses del año». Hasta el momento se están tramitando casi 40 más, pero conforme avance el año presumiblemente se añadirán otras tantas a esa lista.

No obstante, resulta difícil anticipar si se están igualando los registros prepandemia. En este sentido, los datos de 2021 todavía no se hallan disponibles ni a través de instancias judiciales ni en el INE. Solo se tienen los relativos a las bodas en el Consistorio, donde el número cayó cerca de un 75% por la covid-19 y volvió a crecer el año pasado casi hasta las cifras de 2019. En cualquier caso, sí que se cuenta con la estadística completa de épocas anteriores y se superaron los 100 matrimonios de media durante todo un quinquenio.

En 2019 algo más de 260 personas con domicilio en Miranda se casaron. Es decir, 132 parejas se dieron el 'sí quiero'. Un año antes, en 2018 se registró el dato más bajo del lustro anterior a la pandemia. Entonces solo se contabilizaron 88 bodas. En cambio, en el ejercicio de 2017 la estadística llegó a los 115 eventos. Asimismo, en 2016 y 2015 la cifra se estabilizó, con 113 y 128 nupcias respectivamente.

En otros lugares de la comarca estos datos resultan bastante más amplios. Sobre todo en Vitoria y en Burgos, aunque no puede olvidarse que estas localidades multiplican por más de cinco el número de habitantes que posee Miranda. Tomando como referencia el último curso previo a la pandemia, el año 2019, se observan 596 matrimonios en la capital de esta provincia y 786 en el mayor municipio de Álava. Por su parte, la estadística en Aranda de Duero toma unas cuantías muy parejas a las de Miranda, puesto que en la localidad más grande de la Ribera se dieron 114 bodas en el periodo justamente anterior a la covid.

Hace dos décadas. Durante la última década Miranda ha sufrido una pérdida constante de población. Pese a ello, hace 20 años el número de habitantes era muy similar al de hoy. En 2001, según el INE, había 35.528 padrones. En 2002, 36.240 y, durante el quinquenio previo, el dato se mantuvo estable. El flujo de personas que vivían entonces en la localidad era prácticamente igual al de nuestros días. Sin embargo, en los matrimonios se ha dado un cambio muy notable.

Entre 1998 y 2002 hubo como mínimo 166 bodas cada año. El curso con más enlaces fue el 2000, con 204. De esta forma, resulta difícil explicar el motivo por el que el número de habitantes apenas ha variado entre esa época y la actualidad, pero las bodas se han reducido en torno a un 40%.

Las ceremonias religiosas sufren un descenso. En comparación con el inicio del siglo XXI, los matrimonios por año en Miranda han caído. Tal realidad afecta a las bodas en general, pero tiene una incidencia sumamente notable en quienes «lo hacen por la iglesia», según explican desde la Parroquia del Buen Pastor. Por ejemplo, existen 38 enlaces que se están tramitando en la ciudad de cara a este curso, pero la cifra de reservas conocida por ese templo gira en torno a 12. Es decir, la mayoría de nupcias se llevarán a cabo «por lo civil», cuando antaño ocurría lo contrario. Uno de los motivos que puede explicar esto reside en que, según la Archidiócesis, solo el 24% de la ciudadanía se considera creyente y practicante habitual.