La calle Embajadores reabrirá del todo en junio tras 16 años

J.M.
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El Ayuntamiento derribará el muro de ladrillo que impide cruzar de lado a lado el Callejón de las Brujas, e instalará una barandilla para proteger al peatón de la pendiente a un solar

El muro de ladrillo que se ve de frente y a la derecha se derribará en cuestión de semanas. - Foto: Patricia González

Para muchos burgaleses, la calle Embajadores, popularmente conocida como el Callejón de las Brujas, ha sido siempre uno de los rincones con mayor encanto del casco histórico de la ciudad. En una ubicación poco frecuentada por los viandantes, escondida tras la Iglesia de Santa Águeda y con vistas a la Catedral, el riesgo de derrumbe de unas edificaciones ruinosas provocó que el Ayuntamiento tapiara en 2005 la calle como medida para revenir potenciales peligros. Así fue hasta que el año pasado se reabrió parcialmente tras construirse un muro de hormigón que separa desde entonces el callejón de un solar contiguo.

Lo que sucedió es que se abrió la calle Embajadores desde el lado más alejado de la Catedral pero en el punto opuesto permaneció en pie otro muro de ladrillo que impide el paso a todo aquel que no se atreva a atravesarlo por un agujero que los jóvenes sí se atreven a cruzar pero que es un obstáculo insalvable para una persona mayor. Además de poco recomendable.

Pues bien, a ese muro de ladrillo le quedan los días contados ya que la Concejalía de Licencias ha solicitado ya presupuesto a tres empresas para firmar con una de ellas un contrato de obras mediante un procedimiento negociado sin publicidad que servirá para derribarlo y realizar algunos trabajos para acondicionar la zona.

Según detalla el concejal de Licencias, Julio Rodríguez-Vigil, lo primero que se hará es «demoler con medios manuales» ese muro de ladrillo que tiene una longitud aproximada de 17 metros y una altura de otros 3.

A partir de ahí, lo que se hará es reconstruir el muro de sillería original (mucho más bajo), colocar las pilastras de piedra labrada que ahora están escondidas entre la fábrica de ladrillo e instalar una barandilla de hierro forjado con una altura de 65 centímetros para proteger a los peatones de la pendiente que se asomará hacia el solar.

Rodríguez-Vigil estima que los trabajos, presupuestados en 11.500 euros, estarán finalizados a lo largo del mes de junio y que la calle Embajadores abrirá en su totalidad tras 15 años cerrada al tránsito.

Aunque la solución parece sencilla, lo cierto es que la reapertura del Callejón de las Brujas ha llevado su tiempo. Fue en el anterior mandato, con la concejala AnaBernabé al frente de las área de Fomento y Licencias, cuando se elaboró un informe técnico sobre los trabajos de contención de los terrenos colindantes, propiedad de varias personas y sociedades y sobre cómo eliminar los apuntalamientos de la parte trasera de la iglesia para poder reabrir una calle que está incluida en la guía de calles medievales de España.

A partir de ahí se tuvo que iniciar un procedimiento de ejecución subsidiaria ya que no todos los propietarios del solar colindante no accedieron a las pretensiones municipales de levantar un nuevo muro que separara el callejón de las parcelas.

Los vecinos del casco histórico, que han demandado desde hace años la reapertura de este espacio, han solicitado que se pinte un mural que rememore el aspecto original que tenía este rincón de la ciudad y que se celebre una fiesta de inauguración.