«No todos tenemos que irnos fuera para buscar el éxito»

I.M.L. / Aranda
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ENTREVISTA | El ingeniero burgalés Felipe García Gómez, elegido entre los 35 más influyentes menores de 35 años, trabaja en Artepref desde que concluyó su formación y ha participado en proyectos como el Centro de Datos MAD4 o el de Bodegas Protos

Felipe García Gómez, ingeniero burgalés elegido entre los 35 más influyentes menores de 35 años. - Foto: I.M.L.

Ser de los mejores en lo tuyo y, encima, ser joven son dos requisitos que cumple Felipe García Gómez, un ingeniero burgalés que lleva desde 2014 trabajando en la oficina técnica de Artepref y que forma parte del selecto grupo de los 35 ingenieros españoles más influyentes con menos de 35 años, en una clasificación realizada por MWCC y Global Shapers Madrid. Este experto en cálculo de estructuras apostó por quedarse en su tierra para desarrollar su profesión y, desde una empresa familiar está contribuyendo con su trabajo a grandes proyectos a nivel nacional e internacional. 

¿Qué supuso recibir este reconocimiento?
Es un orgullo, no me lo esperaba porque había 470 candidaturas y, además, porque para mí es el trabajo del día a día lo que me gusta. Pero es un orgullo ver que lo he hecho estos años y lo que hago día a día alguien lo valora, además de en la empresa, gente de fuera que ve que tu trabajo sirve para la sociedad. 

¿Se puede destacar a nivel nacional desde un ámbito empresarial como el de la Ribera del Duero?
La mayoría de los premiados trabajan en grandes empresas, pero aquí en una empresa familiar que apuesta por la innovación y por los jóvenes preparados es un orgullo ver que en tu tierra hay alguien al que le va bien, que tiene éxito y que apuesta por un modelo que tu crees que es el adecuado. Al final, quedarte en tu tierra también tiene oportunidades para salir adelante, no todos tenemos que irnos fuera para buscar el éxito. Aquí, si lo trabajas, lo puedes tener igual. 

¿Siempre quiso ser ingeniero de Caminos, Canales y Puertos?
Cuando tienes 18 años, tampoco tienes muy claro cuál es tu camino. En mi caso me gustaban muchas cosas que no tenían nada que ver entre ellas, desde la economía a las matemáticas pasando por la física, el dibujo e incluso la música. No sabía muy bien qué quería estudiar, pero lo que tenía claro es que quería trabajar en algo que pudiera poner al servicio de la gente, que no fuese un trabajo que no aportara nada, y eso lo vi en la Ingeniería de Caminos, que me ofrecía muchas puertas abiertas a muchos sectores diferentes, y opté por ella.

¿Y cómo terminó trabajando en Artepref, en Aranda de Duero?
Cuando acabé la carrera busqué trabajo y me llamaba bastante la atención el mundo del hormigón, de las estructuras, y buscando empresas que estuviesen relacionadas y otras que conocía como Artepref, envié el currículum y surgió la oportunidad. 

¿Muchos compañeros suyos de promoción tuvieron que irse fuera a buscar trabajo por aquel entonces?
En 2013 yo estaba haciendo mi proyecto fin de carrera y en el sector de la construcción había muy pocas ofertas de trabajo y las que había no eran atractivas. Por eso, muchos compañeros míos han salido fuera de España, tengo algunos que han trabajado en Hispanoamérica, Reino Unido, Alemania,... que vieron esas oportunidades y se marcharon. Cuando yo acabé, aquí estaba despegando esto poco a poco y había alguna oferta más. Al final, unos se marcharon en su día porque quisieron, otros porque no tuvieron más remedio y otros nos hemos quedado aquí.

¿En qué consiste su labor dentro de la empresa?
Aquí en Artepref hacemos básicamente edificación no residencial, lo que me gusta es que entran proyecto muy diferentes en los que buscar nuevos retos y nuevas soluciones. Como cada proyecto es único, no es un trabajo mecánico y hasta los proyectos más pequeños tiene sus cosas que resolver, incluso puede tener más retos estructurales que resolver que en los grandes. Yo estoy en la oficina técnica, ahora en la parte de cálculo de estructuras. Cuando estudiamos un proyecto, colaboro buscando las posibles soluciones a lo que el cliente necesita, yo calculo todos elementos prácticamente que componen la obra: pilares, vigas, placas alveolares, secciones, armados... A veces resumo diciendo que es como hacer que las cosas no se caigan.

Ha firmado trabajos en bodegas, en centros comerciales de España, Francia y Portugal, y en otros sectores. ¿Cuál ha sido hasta ahora el mayor reto al que se ha enfrentado?
El del Centro de Datos de Madrid MAD4 ha sido bastante importante, sobre todo por las sobrecargas de uso que tienen los forjados, porque hace falta resistencia a fuego, cargas móviles, aislamientos, alturas libres,... y como es un edificio en el centro urbano había condicionantes de espacio y transporte.

¿Lo estudiado en la carrera le ha preparado para su trabajo actual?
Lo cierto es que, cuando estudias, sobre todo los primeros años, te ofrecen conocimientos muy genéricos, que te sirven para formarte en habilidades. En mi caso, te someten a una presión importante de temarios y cargas de trabajo que luego vas a estar habituado a ellas en tu vida diaria. Y en los últimos años están las materias más específicas que luego aplicas en el trabajo. Pero a trabajar se aprende trabajando, más allá de la base que tengas, se aprende en el día a día y enfrentándote a nuevos retos. Eso sí, la base que traía de la UBU es bastante buena, con conocimientos sólidos que me han servido en mi trabajo.