Jesús Sancho y Javier Redondo protagonizan este reportaje por haber sido dos de las primeras víctimas de la enfermedad del coronavirus en Burgos. Su testimonio es paradigmático de lo que fue aquella oleada inicial, en la que muchos pacientes entraron por su propio pie en el hospital y cuando volvieron a ser conscientes, estaban rodeados de sanitarios con aspecto de astronautas.
Profesionales que no sabían cómo tratarlos ni por qué lo que parecía que les iba bien, de repente era contraproducente o dañino. Ignoraban por qué enfermos que parecían estar remontando fallecían de repente. Todo era novedad, porque eran los primeros de la covid.
Mañana se cumplirán tres años desde que el hospital de Miranda, el Santiago Apóstol, diagnosticó la primera infección por SARS-CoV-2 en la provincia e ingresó al paciente. Al día siguiente, el HUBU hizo otro tanto. Desde entonces, en Burgos se han diagnosticado 128.444 contagios. Una cifra inferior a la real, dado que numerosas infecciones nunca se han diagnosticado. Al principio, en la primavera del 2020, porque no había suficientes pruebas diagnósticas y, después, por saturación de los servicios sanitarios. En cualquier caso, el número global de casos confirmados evidencia que casi cuatro de cada diez burgaleses ha adquirido anticuerpos de forma natural.
(Más información y testimonios, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)