El exconcejal de Licencias y en la actualidad edil no adscrito del Ayuntamiento, Julio Rodríguez-Vigil, resolvió su comparencia ante el secretario general del Ayuntamiento y el letrado municipal con una declaración que apenas se prolongó entre 5 y 10 minutos y a la que había sido llamado para defenderse de las acusaciones por un supuesto trato de favor a un hostelero de la capital. Tanto antes del encuentro como después, el que fuera miembro del Grupo Municipal de Cs hasta hace apenas un par de semanas rehusó hacer declaraciones y se limitó a afirmar que «llegado el momento» dará explicaciones.

Acompañado por un abogado procedente de Madrid, Rodríguez-Vigil entraba en el Ayuntamiento a las 10.45 horas con rostro serio. Ambos se dirigieron al Salón de Plenos, donde habían sido convocados, pero pronto apareció el secretario general para indicarles que, por operatividad, la reunión se celebraría en una sala de juntas de la primera planta. Un espacio que se había habilitado para que la comparecencia del concejal fuera grabada. Su testimonio duró prácticamente un suspiro.

Desde que estallara la polémica, el concejal no ha dado explicaciones más allá de anunciar que se reserva «las acciones que procedan en defensa de mi honor por las falsas acusaciones vertidas contra mi persona» y para añadir que «me querellaré contra quienes me injurien» (...).

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