Una rivalidad olvidada

ROBERTO MENA
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En las cuatro últimas décadas Burgos y Alavés solo han coincidido un curso, el 11-12 en Segunda B, aunque en la década de los 50 y 60 del pasado siglo sus duelos levantaban pasiones entre sus aficiones

Imagen del partido que Burgos y Alavés jugaron en Zatorre el 14 de septiembre de 1952, que suponía el debut en Segunda División de los blanquinegros. - Foto: Fede

Las colas que se formaron en los alrededores de las oficinas del Alavés para adquirir las entradas del partido de mañana ante el Burgos son una de las imágenes deportivas de la semana. Alrededor de 2.500 seguidores babazorros verán el partido de mañana en directo, algo que ha sorprendido a muchos. En los últimos 40 años ambos equipos solo han coincidido una temporada, la 11-12, en la que estuvieron encuadrados en el grupo IIde la Segunda B.El Alavés ganó los dos encuentros 3-0 en Mendizorrotza y 0-3 enEl Plantío.

Aunque en la década de los 50 y 60 del pasado siglo la rivalidad entre ambos clubes era notable. Militaban en Segunda División y cada duelo era vivido con mucha intensidad por parte de ambas aficiones. El sano pique entre ambos bandos se podía palpar en cada enfrentamiento y antes de cada partido se producían ruidosos recibimientos a ambos contrincantes, independientemente de dónde jugaran.
Otro de los datos que une las historias de ambos clubes en esta época es que el debut del Burgos CF enSegunda se produce el 14 de septiembre de 1952, precisamente ante el Alavés.En un abarrotado Zatorre burgaleses y vitorianos empataron a dos goles.

El intento de timo. Uno de los encuentros que es recordado por todo lo que ocurrió a su alrededor es el del 13 de abril de 1969 en El Plantío. Los puntos eran importantes, porque ambos equipos estaban separados por solo un punto y se encontraban en zona de promoción a falta de 10 jornadas para el final.

Días antes de que se celebrara el partido el presidente del Alavés recibió una llamada desde Madrid de un supuesto amigo de Puskas, entonces entrenador del equipo vitoriano, que le garantizaba la victoria en Burgos por 150.000 pesetas. El mandatario babazorro denunció a la federación la situación.

Al margen de este intento de timo, el partido fue una fiesta del fútbol. Alrededor de 11.00 personas abarrotaron El Plantío y fueron cerca de 4.000 los aficionados blanquiazules que se desplazaron hasta Burgos. Los dirigentes blanquinegros consiguieron un buen pellizco en taquilla y las informaciones de los medios señalan que recaudaron 500.000 pesetas, un cifra importante para la época.El choque acabó 1-1.

Eliminatoria de Copa. En la temporada 52-53 ambos equipos protagonizaron una  eliminatoria de Copa que parecía interminable. Tras jugar la ida y la vuelta, el marcador quedó empatado, por lo que se recurrió a un partido de desempate en terreno neutral, que fue Atotxa, campo de la Real. Hicieron falta tres choques más para dilucidar el ganador, que finalmente fue el Alavés, que ganó 3-0 en el tercer choque de desempate.