Marañón pagará 300.000 euros por cuatro cortos promocionales

I.E.
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Promueve justifica la adjudicación a dedo, pese al montante económico, en que se trata de un trabajo creativo que debe realizar un «director de prestigio»

La Plaza del Rey San Fernando es uno de los lugares predilectos para los turistas. - Foto: Luis López Araico

La Sociedad de Promoción de Burgos continúa con el ya viejo hábito de no convocar concursos abiertos y transparentes para adjudicar contratos. En este caso Promueve no se conforma con un vídeo al uso para dar a conocer la ciudad en su vertiente turística, industrial y cultural y lo que quiere es «un producto cinematográfico de calidad» para impulsar la capital como destino. Para ello tiene previsto encargar a «un director de reconocido prestigio» el diseño, la realización y la producción de cuatro cortometrajes de ficción (los relatos se entrecruzan formando un conjunto de una hora siguiendo el género de comedia y suspense). Con las imágenes de estos 'cortos' también debe llevar a cabo dos anuncios de un minuto y medio y 12 vídeos de 30 segundos para su utilización en redes sociales.

Promueve tiene previsto hoy aprobar esta iniciativa, con un presupuesto de 302.000 euros, que se adjudicará a dedo, pues según la memoria justificativa «el carácter artístico y creativo del trabajo, así como la realización por parte de un director de reconocido prestigio, hace que sea necesario un procedimiento negociado sin publicidad».

El ente público que preside Vicente Marañón justifica esa partida de más de 300.000 euros con varios argumentos. Al margen de la realización de esos cortos y los productos que se deriven de ellos, «el contrato también incluye la distribución de los vídeos en festivales de cine y plataformas de contenidos, así como la gestión de las redes sociales del rodaje y su estreno». 

Asimismo, el director elegido ha de «realizar un formato único, singular, exclusivo y diferenciado de las estrategias de márketing de destinos competidores». Los objetivos son varios, tales como «crear notoriedad; propiciar la atracción de inversores; mostrar dinamismo cultural; servir de herramienta de promoción turística, industrial y congresual, y también como muestra del potencial de Burgos como nodo logístico y como ciudad atractiva donde vivir -con alta calidad de vida- o estudiar castellano».