La subida constante del precio de la luz pone en riesgo la continuidad de muchos negocios. En medio de un incremento de costes generalizado, la energía es el factor que más preocupa a los hosteleros por constituir un gasto básico. Sin embargo, el Ayuntamiento de Quintanilla San García quiere mantener su taberna abierta y ofrece la gestión de la misma gratis, además de entregar al adjudicatario 600 euros mensuales para los gastos derivados de la explotación y hacerse cargo de abonar el consumo eléctrico, con un límite máximo de 300 euros por mes.

Por si fuera poco, la persona que actualmente trabaja el bar -y que dejará muy a su pesar en las próximas semanas- informa que el municipio también entrega la leña que requiere la calefacción para su funcionamiento. «El alcalde y su equipo solo dan facilidades», declara. Al tratarse de un servicio de interés local, la corporación se compromete a sufragar gran parte de los gastos. En un principio, la duración del contrato de arrendamiento se fijará en un primer periodo de prueba de seis meses, con el derecho por acuerdo de ambas partes a formalizar uno por un año, y a prórrogas sucesivas a instancias de arrendatario y arrendado hasta un máximo de cinco.

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