El número de profesionales de Sacyl de baja por haber dado positivo en coronavirus se ha multiplicado por tres entre el 25 de septiembre y el 25 de octubre, al pasar de un total de 50 a los 153 que están ahora pendientes de un resultado negativo en infección por SARS-CoV-2 para poder volver al trabajo. El 82% de los trabajadores que están contagiados ahora tienen su puesto en un hospital (126).

La repercusión en las plantillas de Atención Primaria es muy inferior (17,6% del personal en seguimiento en este momento), algo que puede explicarse por la aún generalizada consulta telefónica. La consigna por parte de la Consejería de Sanidad todavía es que se decida en conversación telefónica qué pacientes necesitan una cita con presencia física y qué peticiones pueden resolverse en una llamada. Esta organización minimiza los riesgos en los centros de salud, ya que hay menos contacto con posibles pacientes contagiados. Aún así, en la provincia hay ahora ocho médicos y otros tantos enfermeros en seguimiento por contagio, cuatro administrativos, dos celadores, dos sanitarios de otras categorías, un empleado en formación, un fisioterapeuta y un empleado de «servicios de apoyo no sanitarios».

Todos ellos son trabajadores de Sacyl aunque no necesariamente tienen por qué haberse contagiado en el ejercicio de sus funciones en el ámbito sanitario. Otro tanto sucede en los hospitales, donde el porcentaje de profesionales infectados es cuatro veces más alto: 126 sobre un total de 153 personas con un proceso infeccioso activo.

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