Creo firmemente que los políticos que rigen nuestros destinos a nivel nacional viven en una coreografía perpetua de La Yenka. ¿Les suena? Izquierda, izquierda. Derecha, derecha. Delante, detrás. Un, dos, tres. Y así, según el lugar donde uno viva, tiene que pagar más o menos por heredar, menos o más por ser rico y más o menos IRPF según el tramo económico en el que se desarrolle su existencia vital. Pero como ahora parece que soplan vientos preelectorales, pues donde antes pagabas más, ahora pagas menos, donde antes te congelaban el sueldo o te lo bajaban porque sí, ahora te lo suben, porque por qué no, y así todo el rato.

Aunque a nivel local, aquí se baila el María de Ricky Martin: Un, dos, tres, un pasito p'alante, María. Un, dos, tres, un pasito p'atrás. Y parece una broma, pero es poco graciosa. Imaginen liderar un Ayuntamiento de una ciudad. Imaginen que en esa ciudad hay una vía de reciente construcción, un Bulevar, que recorre casi de lado a lado la ciudad, por el recorrido que antes ocupaba la hoy desterrada, que no soterrada, vía del ferrocarril. Imaginen que contratan a un equipo de arquitectos de fama internacional para plantear ese proyecto, pero que, a la hora de la verdad, solo se desarrollan las cosas que más nos gustan, no las demás. Imaginen que ese Bulevar tiene no menos de diez cruces, pero que en ninguno de ellos se permite realizar el giro a la izquierda porque así se estipuló en el plan original, junto al presunto tranvía, translohr, o cualquier otra cosa que se les ocurriera.

Ahora imaginen que otra persona lidera ese mismo Ayuntamiento, y decide que es necesario habilitar el giro a la izquierda. Y anuncia que se estudiarán dos o tres puntos en los que hacerlo, vía rotonda, programación semafórica o lo que salga. Imaginen que los estudios avisan de atascos kilométricos y por eso se cancela. Pero tiempo después se vuelve a poner sobre la mesa. Y se da marcha atrás. Y, finalmente, se vuelve a anunciar que se va a implementar, exclusivamente, en el cruce que más tráfico soporta de todos, pero que ya darán marcha atrás si sale mal. ¿Saben la del tonto y la linde? Pues, como linde, cójanse el Bulevar, y ya verán qué pasa cuando se acabe.
                              @VladimirConV