Tras el sueño de la interpretación

B.A. / Pinlla de los Barruecos
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Natural de Pinilla de los Barruecos y a punto de cumplir los 22, Sabina Mamolar compagina su último año estudiando ADE con el rodaje de series, películas o anuncios de televisión

Sabina, en la imagen con su pueblo de fondo, sintió el gusanillo de la actuación a los 15 años, con los musicales de Ademus. - Foto: f2estudio

Descubrir la interpretación supuso para Sabina Mamolar Camarero también un descubrimiento personal, una nueva forma de mostrarse al mundo que antes su timidez no le había permitido enseñar. Vergüenza fuera, esta joven a punto de cumplir los 22 años y natural de Pinilla de los Barruecos, compagina ahora en Madrid sus prácticas en la productora Eye Slice con diferentes proyectos audiovisuales, que en cascada, y con un gran trabajo detrás, no le paran de llegar. 

A punto de finalizar el grado de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Complutense, acaba de terminar el rodaje de un anuncio para una campaña publicitaria de la Dirección General de Tráfico, y también aparece como modelo en otros spots de marcas reconocidas internacionalmente, como Decathlon, Calzedonia, Aldi o Alsa. «En la mayoría de los casos envío un vídeo o fotos con una serie de requisitos que me piden las agencias y a partir de ellos realizan el casting», añade la joven, que fue a los 15 años, viendo los musicales que Ademus hacia en Salas de los Infantes, cuando sintió ese cosquilleo interior y algo se despertó en ella. «Sentí que yo también quería transmitir al público lo que ellos me habían contagiado a mí». 

Matilda fue el primer musical en el que participó gracias a la escuela de interpretación que Esteban Cortez, por entonces presidente de Ademus, puso en marcha en la ciudad milenaria durante dos años. «Es difícil de explicar lo que sentí, pero lo cierto es que me transformé con ese proyecto. Me daba vergüenza hasta bailar en las verbenas de los pueblos y de repente dejé atrás esa timidez gracias a la interpretación», relata la joven, que pasó su primer año de vida en Monterrubio de la Demanda. De la mano de esta escuela, también pusieron en escena en el Gran Casino Pocahontas. «Me sirvió para conocerme más, ser más extrovertida y sacar fuera esa energía bonita que antes no había conseguido transmitir», comenta. 

Compaginó sus estudios de primero y segundo de bachillerato en el IES Alfoz de Lara de Salas de los Infantes con idas y venidas a la capital, donde con Atemub, «mi familia de Burgos», dice ella, interpretó dos musicales más, Sister Act y Grease. «Supuso evolucionar, conocerme más a través de los personajes que protagonicé», relata la joven, que de aquella época recuerda el sueño que pasó para poder compaginar el teatro musical con los estudios en su recta final en el instituto. «Para sacar adelante bachillerato, los proyectos y dar el máximo en los ensayos, me tenía que quedar a dormir en Burgos y volvía al instituto con mis profesores», comenta. 

Entre números y cámaras. Llegó a Madrid en 2019 con las ideas claras, compatibilizar sus estudios universitarios con su formación en el mundo de la interpretación, así que además de asistir a la facultad durante los dos primeros años también lo hacía a la escuela del actor Mario Bolaños. Tiempo después se apuntó a diferentes agencias y desde entonces, mientras sigue acudiendo a clase, jugando a tenis o voleibol, participa en distintos rodajes. Aparece en Machos Alfa, una de las series españolas más exitosas que emite ahora Netflix y en esta plataforma también se la puede ver en las películas Código Emperador o próximamente en El Campeón

En la secuela de Upa Dance, titulada UPA Next y que se emite en Atresplayer, aparece como una alumna más del centro. Ha rodado toda la temporada de la serie, compartiendo horas de trabajo junto a actores como Mónica Cruz y Miguel Ángel Muñoz. También aparece en otras series como Red Flags, La red púrpura, 30 Monedas o Bosé. En otras ocasiones, Sabina ha tenido la oportunidad de subirse a una pasarela para varios diseñadores. 

Pendiente de estreno tiene otros proyectos en cuyo rodaje ya ha participado, como la tercera temporada de Valeria, que se verá en Netflix, Vestidas de Azul, la continuación de Veneno, en Atrespayer, o Nacho, que protagonizada por Martiño Rivas cuenta la vida del actor porno Nacho Vidal y en ella Sabina Mamolar actúa como actriz de doblaje. Además, tiene papeles protagonistas en el cortometraje Poca risa y en el proyecto Nadie Nos Recordará; y aparece en los videoclips Miraflores, de La M.O.D.A.; Las Bratz, de Aissa; y Solo Llama, de G Face. 

Hace unos días también ejerció de presentadora. Ante 300 personas de la industria del cine español, Sabina presentó Viejos, la nueva película producida por la empresa donde está haciendo las prácticas. «Adoro este mundo. Mi idea es poder trabajar en él, aplicando los conocimientos adquiridos en la carrera, además de intentar compatibilizarlo con otros proyectos de interpretación, porque los sueños, siendo realistas, hay que perseguirlos». Y en esas sigue, volando detrás de ellos pero con los pies en la tierra.