Las líneas generales del presupuesto de la Diputación provincial para el próximo año ya están trazadas a la espera de que el gobierno de coalición, PP y Cs, de por buenas las cifras de algunos capítulos de unas cuentas que serán «expansivas», asegura el presidente de la institución provincial, César Rico, quien espera tener cerradas definitivamente las cifras en un par de semanas para comenzar su tramitación y agilizar al máximo su aprobación con el fin de que los ayuntamientos puedan disponer de las partidas que les corresponden y liciten las obras y proyectos antes de que las corporaciones municipales actuales cesen en sus funciones por la convocatoria de las elecciones municipales de mayo de 2023.
A la espera de cerrar algunas partidas, y ajustar otras a la visita de los Presupuestos Generales del Estado, el presupuesto de la institución provincial burgalesa rondará los 138 millones de euros, es decir dos millones más que el aprobado para este año 2022 (136), aunque en realidad serán 18 porque la estimación de liquidación de 2022 rondará los 120 millones.
En el borrador del presupuesto, una de las cuestiones en las que coinciden Cs y PP, que está incluida en su acuerdo de gobierno, es el incremento de las partidas destinadas a planes provinciales. En este sentido, Rico afirma que el plan para municipios se incrementará en dos millones de euros y el de pedanías en uno, alcanzado ambos una cifra final de 30 millones.
El resto de la partidas también crecen en este último presupuesto del actual mandato, como por ejemplo la de gastos corrientes en bienes y servicios, es decir la partida destinadas a las cinco residencias de mayores y a otros servicios que presenta la institución, pasando de los 18,7 millones presupuestados para este año a los 27,6 que se contempla gastar en 2023. Este notable incremento, matiza Rico, es con secuencia del incremento de precios del material que se emplea en estos centros, alimentación o de los combustibles para las calderas de las calificaciones.
Otro de los capítulos que también se incrementa es el de Personal, pasad de los 43 a 44 millones, «para hacer frente a la subida de salarios acordada por el Gobierno central para los funcionarios», asegura Rico, quien apunta que en las cuentas para el próximo año no hay proyectos nuevos y se incluirán 10 millones de remanentes, generados de inversiones no ejecutadas por distintos motivos, como por ejemplo el centro de visitantes de Clunia, que se volverá a licitar tras rescindir el primer contrato. Ylo mismo ocurre con el puente de San Millán de Juarros, otro proyecto 'estrella' que está en licitación tras renunciar la primera adjudicataria. En el fondo de estos 'fracasos' contractuales, apunta Rico, está la subida de los precios de los materiales, pero recuerda que para este puente y los de Tordómar y Quintanar se destinarán 4 millones.
Una de las convocatorias que se mantiene será la de instalaciones deportivas, a la que se destinarán parte de esos remanentes y, previsiblemente, otras para la restauración de iglesias para 2024, que tanta demanda tiene todos los años.